Ainhoa Arteta, en el hospital: pasa 10 días en la UCI por un cólico nefrítico
La artista soprano está atravesando un año complicado en cuanto a su salud se refiere, habiéndose contagiado del coronavirus a principios del 2021.
Ainhoa Arteta ha vuelto a ser noticia este lunes, y es que tal y como ha informado la revista '¡Hola!', la artista ingresó el pasado 23 de julio en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital tras sufrir un cólico nefrítico, lo cual le ha llevado a estar en un preocupante estado durante diez días.
Por suerte, en estos momentos se encuentra en mejor estado, y desde la agencia de representación de la artista de 56 años han confirmado que este 2 de agosto, al fin, ha pasado a planta, estando ya totalmente fuera de peligro.
Una infección del cólico nefrítico
La cantante de Guipúzcoa ha tenido que pasar por un estado muy grave a causa de una infección derivada de un cólico nefrítico, y a esta hora ya se encuentra bien, pensando en recuperarse para volver a pisar los escenarios, habiendo cancelado su actuación que tenía prevista el 6 de agosto en Soria. Sin embargo, podría llegar a reaparecer para el festival de Marbella Starlite Catalana Occidente, donde será la invitada de Plácido Domingo el próximo 18 de agosto.
La propia Ainhoa también ha querido mandar un mensaje de agradecimiento a sus fans a través de sus redes sociales: "Muchas gracias por todos los mensajes de apoyo que estoy recibiendo. Vuestro inmenso cariño y el de mi familia me están dando fuerzas para poder estar recuperada lo antes posible. Con muchas ganas de seguir compartiendo momentos inolvidables. Cuidaos mucho".
Un año complicado
Ainhoa Arteta no vive uno de sus mejores años en cuanto a su salud se refiere, y es que a principios de este año se contagió del coronavirus, pasando unos días realmente malos: "El cuarto o quinto día se empezó a complicar la cosa porque bajó hacia los bronquios y derivó en una tos y unas flemas muy feas", confesó.
La COVID-19 no le permitió tener una recuperación nada fácil, pues tuvo que enfrentarse a varias secuelas, como la de tener que caminar con muletas y desplazarse en silla de ruedas.