Ainhoa Arteta se recupera en una cámara hiperbárica de las secuelas de la COVID-19
La cantante lírica ha compartido en sus redes sociales el novedoso tratamiento con el que se trata una de las secuelas por la que tuvo que estar en silla de ruedas.
Sumergidos aún en plena pandemia mundial y con el coronavirus como el protagonista más desafortunado de los últimos tiempos, este ha afectado de manera muy distinta a aquellos que lo han superado. Una de las personalidades públicas a las que más le ha afectado la COVID-19 es Ainhoa Arteta, que incluso requirió del uso de silla de ruedas por culpa de las secuelas del virus y de la que aún varios meses después continúa recuperándose.
La cantante debe utilizar silla de ruedas
En las últimas horas, a través de sus redes sociales, ha querido compartir con sus seguidores cuál es uno de los tratamientos que está siguiendo para volver a estar al 100%. Hace unas semanas, la cantante reconoció que sufría un edema que le había "inflamado las venas dentro de las rótulas de los huesos y el peligro está en que no debo andar mucho, tengo que reposar", razón que explica el frecuente uso de la silla de ruedas, algo que alarmó a sus seguidores en sus últimos conciertos.
Su proceso de recuperación se está basando en un novedoso tratamiento consistente en una cámara hiperbárica que compartió visiblemente contenta: "Tratamiento en cámara hiperbárica médica para recuperarse de efectos del COVID y muchas cosas más", señaló. Este tratamiento hace que el paciente permanezca dentro de un habitáculo en el que respira oxígeno puro y se somete a una presión tres veces superior a la normal.
De esta forma, y a través de sesiones de una hora de duración, se consigue reducir el edema y la inflamación oxigenando los tejidos, regenerándolos y reforzando el sistema inmunitario. Este tratamiento ayuda especialmente a los pacientes que han superado el virus o aquellos con síntomas iniciales, puesto que reduce algunos de sus efectos y puede evitar, entre otras cosas, el ingreso de éstos en la UCI.