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Jordi Sánchez cuenta cuál fue su peor momento estando en coma: "Pensé que mi hijo había muerto"

El reconocido actor de 'La que se avecina' salió de la UCI hace varios días, donde pasó un auténtico infierno tras contagiarse del coronavirus.

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Imagen del actor Jordi Sánchez.

Jordi Sánchez, el reconocido actor de 'La que se avecina', salió hace unos días de la UCI del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, donde ingresó a causa de una neumonía derivada del coronavirus, pasando 24 días y llegando a entrar en coma.

Tras pasar por este infierno, el intérprete del personaje de Antonio Recio ya se encuentra feliz y recuperado en su casa, y ha podido contar toda su experiencia a través de Catalunya Radio, en el programa 'El Suplement'.

"Estoy en mi casa, que es una cosa que deseaba con locura", ha comenzado señalando Jordi, quien ha contado después cuál ha sido el peor momento vivido mientras se debatía entre la vida y la muerte, y cómo se contagió de la COVID-19.

Unos sueños terribles

El actor ha confesado que sus primeros días no fueron muy malos: "Los cuatro primeros días son como una gripe. Yo tampoco tuve mucha fiebre, pero no terminaba de encontrarme bien". Pero su ingreso en el hospital supuso un empeoramiento de su salud: "He estado durmiendo todo el rato y he tenido unos sueños terribles".

Entre esos sueños se encontró el peor momento de toda su estancia en el hospital. "Pensé que mi hijo estaba muerto. Estaba triste y hecho una mierda. Hasta el tercer día no me atreví a preguntar si lo que había soñado era verdad. Luego me dijeron que no y me puse a llorar", ha señalado.

Por suerte, todos esos pensamientos no fueron de verdad, sino que se debieron a la ingesta de un gran número de medicamentos. "Estás tan drogado que todo lo que sueñas te parece real. Es terrible. Pierdes la noción del tiempo y alucinas. Incluso llegué a hacer los papeles para enterrar a mi hijo", ha añadido.

Cómo se contagió

Jordi Sánchez también ha querido explicar cómo se contagió de la COVID-19. "Nos ponían el palito por la nariz y nos miraban con lupa, pero hay un momento en el que tienes que trabajar sin mascarilla. Cuando te la quitan no sabes si la persona que tienes delante está contagiada o no", ha apuntado, para después confesar que además de él se contagiaron "cinco o seis personas más".