Así es la mansión de Mangaratiba en la que Neymar celebra su polémica fiesta
El futbolista brasileño ha organizado un evento multitudinario en plena pandemia de coronavirus que ha escandalizado en Brasil y Europa.
El nombre de Neymar siempre ha estado rodeado de polémica por su afición a las fiestas y a los cumpleaños, pero su última idea ha indignado tanto en Brasil como en Europa. Y es que el brasileño está preparando, según O Globo, una espectacular fiesta de cinco días con más de 500 invitados mientras los países comienzan a vacunar a la población por el desastre demográfico provocado por la pandemia de coronavirus este año. Finalmente, y según la agencia organizadora, los asistentes han sido 150 y el futbolista ha puesto algunas normas para ellos, entre los que se encuentran rostros de sobra conocidos y tan solo queda conocer el lugar en el que se va a celebrar.
El multitudinario evento tendrá lugar en la exclusiva mansión que el futbolista tiene en Mangaratiba, muy cerca de Río de Janeiro, una vivienda valorada en más de 7 millones de euros que cuenta con su propio embarcadero y hasta un helipuerto. El astro del PSG la compró cuando visitó su país antes de los primeros Juegos Olímpicos celebrados en Sudamérica hace cuatro años, y tiene todas las comodidades imaginables tanto fuera como en el interior de la casa.
Piscina climatizada, piscina al aire libre, seis habitaciones, bodega, sauna, spa, jacuzzi, sala de masajes, pista de tenis, gimnasio totalmente equipado, billar... y una discoteca subterránea para evitar que los vecinos puedan escuchar la música o el bullicio creado por sus invitados. Eso sí, durante la fiesta están prohibidos los teléfonos móviles, por lo que ninguno de los asistentes podrá enseñar algunos de los encantos de la lujosa mansión de Neymar.
Dicha casa, por otra parte, se ha convertido en los últimos años en el refugio elegido por el brasileño para recuperarse de sus lesiones. Ubicada en un terreno de 10.000 metros cuadrados, fue el lugar que el exjugador del Barcelona eligió hace dos años para el tratamiento de una fisura en el metatarso del pie derecho que puso en riesgo su participación en el Mundial de Rusia. Además, cuando comenzó la pandemia, Neymar voló rápidamente a Brasil y se estableció en Mangaratiba a modo de búnker.