El exesposo de Britney Spears se suma a la causa por su liberación
Jason Alexander, que estuvo casado con la artista durante 55 horas, ha asistido a una de las concentraciones ante los juzgados donde se lleva el caso de su custodia.
Y el último culebrón en el que está ahora envuelta la cantante tiene que ver con su padre, Jamie Spears, que ha ostentado la custodia legal de sus finanzas, sus negocios e incluso muchas de sus gestiones de índole privada (al parecer, tenía que pedir permiso hasta para conducir) desde el año 2008, cuando la artista ingresó en un centro psiquiátrico por orden judicial tras su mediático derrumbe personal.
Pero Spears está decidida a recuperar su libertad y ha llevado el caso de la tutela de su progenitor al Tribunal Superior de California, exigiendo que esta siga permaneciendo en manos de su abogada, Jodi Montgomery, que tomó el relevo de Jamie Spears el año pasado cuando este sufrió algunas complicaciones de salud.
La cantante quiere impedir a toda costa que, ahora que su padre se ha recuperado, pueda volver a a tener cualquier tipo de control sobre su vida. Y en esta cruzada legal está contando con el apoyo moral de gran parte de sus fans, que han resucitado el movimiento #FreeBritney para clamar por la independencia de su ídolo, y que hasta han llegado a personarse delante de los juzgados que llevan el caso para darle ánimos a la cantante. La sorpresa ha llegado cuando en una de estas concentraciones ha aparecido uno de los exmaridos de Spears, Jason Alexander.
Alexander, amigo de la infancia de la estrella del pop, se casó con ella en el año 2004 en Las Vegas, pero el matrimonio duró un abrir y cerrar de ojos: tanto la cantante como su familia decidieron anularlo tan solo 55 horas después de la ceremonia. Pese a todo ello, el exesposo de la artista asegura haber estado en contacto con ella a lo largo de los años. De hecho, viajó desde Nashville, lugar donde reside en la actualidad, hasta Los Ángeles, solo para formar parte de la concentración ante los juzgados.
"Esta es una situación desafortunada que ha estado en su vida durante mucho tiempo", declaró al medio US Weekly en referencia al problema de la custodia, "nos ha afectado a ella y a mí, y eso me hace parte de ello. He estado callado durante 10 años, y siento que es un buen momento para dar un paso al frente ahora con el movimiento haciendo ruido y las audiencias de tutela en curso". Alexander también manifestó que la tutela de Jamie Spears ha sido "negativa". "Quiero ver a Britney obtener lo que se merece", añadió.