Iñaki Williams: "¿A quién no le gusta desfasar con los colegas? Soy de ron Cola"
El delantero del Athletic visitó 'El Hormiguero' y mostró su humildad, la admiración que siente por sus padres y sus sentimientos por el club.
Iñaki Williams ha sido el primer invitado de la semana en 'El Hormiguero' y ha dejado algunos titulares unos días después de haber sido el héroe del Athletic Club eliminando al Barcelona en la Copa del Rey. Como él mismo expresó, fue "posiblemente" uno de los mejores días de su vida y nada más llegar al plató ha podido rememorar el cabezazo que dio el pase a los suyos en los últimos minutos en San Mamés. "Para uno de los pocos que meto y me lo quieren quitar", comentó cuando le recordaron que algunos se lo querían atribuir a Sergio Busquets en propia puerta.
Ese tanto creó un sinfín de sensaciones en la pantera y algún que otro percance: "Cuando marcamos vinieron todos celebrando y me llevé un pisotón que todavía tengo el empeine hinchado", confesó. Ese éxtasis de marcar un gol es solo comparable, para él, a un orgasmo: "El gol es como un orgasmo, cuando rebasa la línea de gol... Es algo que estás fuera de ti, ves a la gente gritando 'puto amo' y tú te crees dios en ese momento", detalló entre risas.
Su madre, lo más importante de su vida
Fiel seguidor de 'El Hormiguero' desde que tenía 11 años, Williams se deshace en elogios hacia sus padres, que cruzaron el Sahara antes de llegar a Bilbao y comenzar una nueva vida. "Nos han dado la vida a mi hermano y a mí, nos han dado todo, son unos superhéroes. Dejaron su vida atrás para que tuviéramos el futuro que ellos no tuvieron y les debemos todo", explicó. "Me contaron la historia en casa. Saber que tus padres han caminado por el desierto del Sahara, descalzos, que han visto a gente muriendo por el camino. Les metieron en una cárcel como criminales de guerra y gracias a gente buena llegaron a Bilbao. El destino quiso que yo naciera en Bilbao y por eso soy jugador del Athletic. Quizá si hubiera nacido en otro lugar del mundo no sería futbolista", confesó.
Especialmente luchadora fue su madre, que cruzó la valla de Melilla con el delantero en el vientre: "Me llevaba en la tripa en la valla de Melilla. Se jugó su propia vida y la de su hijo teniéndome en la tripa y me hace no olvidarme de dónde vengo y de lo que han sufrido mis padres. Estoy muy agradecido de tener la madre que tengo", añadió.
Sin embargo, en más de una ocasión se ha enfadado con él y en esos momentos lo hace en ghanés: "Cuando nos habla en ghanés es que algo hemos hecho mal. Es duro, es como vasco, con acento fuerte", confiesa. Curiosamente solo sabe algunas frases en este idioma: "Por favor", "qué tal" y "¿me das dinero, mamá?", explicó ganándose la ovación.
Williams, con la humildad por bandera
El delantero del Athletic es consciente de lo que es vestir la camiseta de su club y en todo momento asegura lo feliz que es en esta etapa de su vida: "No hay otro sitio como Bilbao para ser feliz", confiesa. Por eso no quiere ni oír hablar de ofertas de otros clubes, a pesar de que el Barcelona busque un 9: "El Barça es el Barça, es un gran equipo, tienen al mejor jugador del mundo, pero el Athletic está por encima de todo. Es lo que me han inculcado desde pequeño. Tengo la suerte de representar a todo Bilbao con la camiseta del Athletic", aseguró con contundencia. Aunque sí querría jugar con Messi, eso sí, en el Athletic. Su ídolo, no obstante, siempre ha sido Samuel Eto'o.
Williams es un joven humilde que no olvida quién es ni de dónde viene: "La gente que no me conoce tiene que ver que soy un chaval humilde, me considero un chaval joven, que le gusta pasárselo bien, amigo de sus amigos... Me gusta estar centrado porque hay muchos ojos que te están vigilando". Por eso se cuida, aunque no siempre de la misma manera: "Entre semana me cuido bastante, cuando ganamos y hay fiesta me pego atracones. Mi novia dice que como la hostia. No me suelo privar porque entrenamos mucho y lo quemamos. Mi favorito es el arroz de mi madre con huevo y salchichas", confesó.
Pero Pablo Motos quiso ir todavía más allá y le preguntó por sus salidas nocturnas: "¿A quién no le gusta salir y a veces desfasar con los colegas? Soy de ron cola, me gusta, un básico. Ron cola, un cubata, otro y luego otro", comentó.
Su valoración del triste episodio racista que vivió
El delantero vivió un lamentable espectáculo en el estadio del Espanyol hace tan solo unos días siendo víctima de gritos racistas por parte de un pequeño sector de la grada: "Fueron doce o quince impresentables. La gente tiene que ver que eso está mal y tenemos que educar a los más jóvenes porque los niños imitan a los mayores. No por mí, pero la gente que vende en la calle... Esa gente sí sufre, la gente que viene de fuera a buscar dinero para enviar a su familia. Que sufran esto no es de recibo", destacó.