Todas las cuentas pendientes de Adara tras ganar 'Gran Hermano VIP 7'
La joven se ha convertido en la ganadora de la edición del reality más vista de la historia, pero sale de Guadalix con muchos frentes abiertos.
Esta madrugada se cumplieron los pronósticos y Adara Molinero se hizo con el maletín de los 100.000 de premio de 'Gran Hermano VIP', coronándose como ganadora de esta séptima edición del programa (la más vista de la historia) tras vencer a las otras dos finalistas, Alba Carrillo y Mila Ximénez.
La madrileña ha supuesto indiscutiblemente el corazón del reality estos meses, y su historia de amor con Gianmarco ha cautivado a las audiencias de principio a fin. España entera ha seguido con detalle tanto la la evolución de sus muchas dudas, miedos e inseguridades en Guadalix de la Sierra, como la trama paralela de las consecuencias que sus actos y decisiones han tenido en el exterior, y en especial en lo relativo a la relación con el padre de su hijo y el que hasta hace semanas, también era su pareja, Hugo Sierra.
La resolución del público de convertirla en ganadora de la edición no es por tanto, sorprendente: son muchos los que opinan que la exmodelo ha hecho un concurso interesante y apasionado, y era por tanto justa merecedora del premio. Pero pese al triunfo, no todo va a ser ni mucho menos fácil para Adara a partir de ahora. Cuando se pase la resaca de esta noche, la joven tendrá que pararse, tomar aliento y ponerse a gestionar los muchos frentes que se le abren por delante. Los repasamos todos:
Visionado del material televisivo de todo lo sucedido dentro y fuera de la casa
Vivir más de 100 días encerrado, sin apenas contacto con el exterior y con cámaras grabando cada uno de tus gestos o comentarios no es un desafío fácil, y muchas de las cosas que se dicen o hacen en el día a día dentro de la casa no son vividas personalmente de la misma manera a cómo se reciben fuera. La distorsión de la realidad y los malentendidos están a la orden del día.
Adara tendrá ahora la oportunidad de revisitar el material gráfico de su paso por Guadalix, y con ello, poder repasar su propio concurso y el de sus compañeros. Y esto último siempre brinda alguna que otra sorpresa: ¿qué han dicho sobre mí los demás cuando no estaba yo presente?
Por otro lado, y como contenido verdaderamente influyente a la hora de tomar decisiones futuras, Adara también podrá ver por fin todo lo que ha ido sucediendo en los platós de Telecinco mientras ella estaba en Guadalix: los programas de 'El Debate' o los Deluxe, los polis, los enfrentamientos en torno a su persona por parte de colaboradores diversos, la defensa de su madre...
Entre todo ello, lo más significativo será sin duda las intervenciones y declaraciones de Hugo Sierra (a las que ya pudo echar un vistazo durante la final), con el espinoso asunto de la demanda como articulación principal. Pero también tendrá mucho interés para ella el poder analizar todo lo que ha dicho en televisión el propio Gianmarco una vez salió de la casa.
La relación con Gianmarco
Epicentro absoluto de su paso por el programa, la historia de amor que ha vivido con el italiano tuvo su punto de partida en la casa, con el nacimiento de la atracción y una cada vez más creciente complicidad entre ambos; su posterior y complicado desarrollo fuera de ella, con Gianmarco ya expulsado y a la espera de que Adara, llena de dudas, se decidiera; y su punto álgido de nuevo en Guadalix, con la noche que pasó el joven en la casa y en la que los dos, finalmente, se dejaron caer irremediablemente en los brazos del otro.
Que se han enamorado profundamente el uno del otro parece estar ya fuera de toda cuestión. Sin embargo, las reglas del juego cambian ahora y la pareja tendrá que enfrentar una prueba de fuego: descubrir si son capaces de trabajar en una relación sentimental sólida y estable más allá del programa de televisión. Las escenas del italiano tonteando con otras en la casa no hicieron ninguna gracia a Adara, y podrían ser un primer obstáculo, pero ni mucho menos el más significativo.
Gianmarco siempre se ha mostrado convencido de que había encontrado en la madrileña a la chica de sus sueños, y en los hechos está la prueba: el joven decidió no regresar a Bolonia para esperar a la exazafata, se ha empadronado en Madrid, y está dispuesto a mudarse para iniciar una nueva vida junto a Adara. Ayer se presentó, primero en la casa y después en el plató, con un ramo de rosas azules en las manos y la petición de que la exmodelo terminara la velada ya convertida en su novia oficial.
Pero, tal y como declaró Helena, la madre de Adara, a su hija, "habéis estado encerrados y os tenéis que conocer fuera y encajar". La burbuja en la que ambos han estado metidos por las condiciones del reality ahora desaparece y queda el día a día normal y corriente. Y el contexto de la madrileña es delicado: tiene que gestionar el difícil proceso del fin de su relación con Hugo Sierra, con la amenaza de la demanda sobre la custodia de su hijo como principal Everest a escalar. El hecho de que Adara sea madre y tenga un niño pequeño es también otro factor importante en sí mismo.
En definitiva, Gianmarco tendrá que ser capaz de servir de apoyo a Adara con todos los campos de batalla que se le abran a corto y medio plazo, al igual que ella tendrá que estar ahí para él si el italiano acata definitivamente la importante decisión de instalarse en España.
La conversación con Hugo Sierra
Tratar de hacer 'las paces' y llegar a un acuerdo, dentro de lo posible, con el padre de su hijo, es posiblemente la cuenta pendiente más relevante de Adara ahora que su encierro ha acabado, llevándose por delante su relación sentimental con el exganador de 'GH Revolution' de forma inesperada y rotunda.
La situación actual entre los dos es, por lo tanto, frágil: las confesiones de Adara sobre sus problemas de dormitorio con Hugo, la decisión de elegir a Gianmarco por encima de él, de acabar besándose y declarando a los cuatro vientos su amor por el italiano..., se suman, en contrapartida, al dolor y la impotencia del uruguayo al presenciar el florecimiento del amor de su supuesta novia con otro delante de toda España, y a su enfado por cómo esta ha gestionado todo el asunto.
La relación romántica entre ambos está más que acabada, pero la conversación sigue pendiente. Esta madrugada, durante la final, Adara pudo ver por vez primera algunas de las imágenes de las reacciones de Hugo a su concurso. Se sintió dolida por los comentarios del padre de su hijo y por su alusión a su "promiscuidad"..., pero su madre le pidió que se contuviera y esperara a hablar del tema. La empatía con la situación del otro será indispensable para que puedan despedirse de la etapa vital que han compartido juntos sin mucha sangre de por medio. Y pensando en el bienestar de su hijo en común.
Ver a su hijo en Mallorca
Tras 103 días metida en Guadalix, el reencuentro con su hijo Martín era una de las cosas que Adara más esperaba a su salida. Pero el niño no fue llevado a los platós para que su madre se reencontrara con él, así que, pese a que ha dejado claro que no quiere volver a Mallorca para ver a Hugo, Adara tendrá que viajar a la isla muy pronto si quiere abrazar a su pequeño tras tanto tiempo separados.
La custodia de Martín
En relación a estos dos últimos puntos, se abre el frente más problemático que tendrá que encarar Adara ahora que ya está fuera de la casa. La noticia de que Hugo estaba dispuesto a interponer una demanda solicitando la custodia compartida del hijo de ambos fue todo un bombazo que marcó un punto de inflexión en lo que ya se preveía que iba a ser una ruptura complicada.
Las informaciones que salieron a posteriori no ayudaron a aclarar las cosas. Se llegó a comentar que el exconcursante de 'Gran Hermano Revolution' se había arrepentido y había tratado de retirarla, pero cuando salieron a luz más detalles sobre el contenido de la demanda, estos parecían apuntar a que Hugo iba "a por todas". En caso de materializarse un litigio en el que se decida sobre un cambio de régimen en la custodia del niño, Adara necesitara todas sus fuerzas, pues se trataría de un golpe muy duro sobre el que no ha tenido margen de preparación alguno.
La relación con su madre Helena
Helena ha sido una acérrima defensora de Adara en los platós de 'Gran Hermano' durante los últimos meses. Y si bien ha querido proteger a su hija a capa y espada de todos los ataques, velando por ella en los momentos más difíciles, también ha insinuado que no estaba de acuerdo con la forma de llevar las cosas de Adara en algunos aspectos. Su nerviosismo ayer durante la final fue patente. Después de que Adara viera las imágenes de la reacción de Hugo a su lío con Gianmarco, le pidió encarnizadamente que no se lanzara a valorar y esperara, y tuvo que meterse a frenar al italiano cuando esté comenzó a criticar al uruguayo.
De hecho, la velada dejó algún momento de tensión entre madre e hija. Así que, pese a que está claro que el vínculo entre la ganadora de la edición y su progenitora es inquebrantable, también parece claro que ambas necesitarán un tiempo para poder hablar con calma e intercambiar opiniones en confianza, ya alejadas de las cámaras. Helena, además, parece avenirse como una pieza fundamental en el enfrentamiento entre Adara y Hugo, clave para limar asperezas y tratar de que su hija aborde el asunto con calma y cabeza fría.
La relación con su padre
El trato de Adara con su padre es bastante diferente del que tiene con su madre, y esto quedó, nuevamente, reflejado en la final. Cuando Adara respondió a Gianmarco que sí estaba dispuesta a salir con él e intentarlo en serio, el semblante de su padre, que se encontraba en el público, pareció traducir a la perfección su total desacuerdo con esta decisión. Más tarde, ni si quiera bajó a celebrar el triunfo de su hija.
Por otro lado, el propio Hugo, con el que el padre de la joven mantiene contacto, dio a conocer que la relación de la madrileña con su progenitor no era demasiado fácil. Y ahora, su concurso y todo lo que ello ha desencadenado, no parecen precisamente haber ido a allanar la situación.
Su mudanza a Madrid y su negocio en Palma
Adara lo ha repetido por activa y por pasiva: su plan de futuro se encuentra en la capital de España. Sea al lado de Gianmarco o no, la madrileña tiene claro que su etapa en Mallorca se ha acabado. Además, tras su paso por 'Gran Hermano' y su flamante triunfo en la final, ofertas de trabajo parece que, de primeras, no le van a faltar.
Así que tanto por motivos profesionales como personales, está claro que la joven tendrá que ponerse manos a la obra con su mudanza a Madrid, lo que supondrá un proceso nada sencillo. Más allá de los quebraderos de cabeza que implica cualquier mudanza, está el tema de su hijo. Y también tendrá que liquidar el negocio que tenía en Palma: un centro de estética de uñas que, de hecho, ya tenía en mente cerrar antes de su paso por Guadalix. Hace unas semanas empezó a salir en varios medios el anuncio del traspaso del local, por 59.000 euros, y que llevaba publicado desde julio.
Dónde pasará las Navidades
Por último, y dado que el reality se ha acabado a solo unos pocos días de Navidad, Adara se ha topado de bruces con el hecho de que las fechas más especiales y familiares del calendario se encuentran a la vuelta de la esquina. La posibilidad de que pase las Navidades en Mallorca parece imposible, pero hay que recordar que, ya hacia el final del reality, y en lo que dio la impresión de ser un lapsus importante, la joven habló de cómo imaginaba pasar estas fechas, de forma idílica, en Mallorca junto a Sierra y con la familia del que es ya su expareja.
Pero por otro lado, la joven también confesó a Joao estar deseando enseñarle "la Navidad a Gianmarco". La cosa parece confusa, así que surge una tercera opción, que, objetivamente parece la más recomendable: que Adara se decante por pasar esas veladas con sus padres, descansando y en un clima de confianza.