La novia de Demarai Gray, desnuda y amenazada con armas en un robo a su casa
La pareja del delantero del Leicester City se encontraba en la mansión de ambos junto a su bebé de semanas cuando se produjo el asalto.
Los robos a las mansiones de futbolistas han ocupado muchos titulares en nuestro país en los últimos meses, afectando a buen número de jugadores estrella y técnicos de LaLiga, alguno de ellos con susto incluido, como pasó con el asalto a casa de Álvaro Morata o Santiago Solari. Y en la Premier League han sufrido también casos parecidos. Entre ellos, uno especialmente terrorífico: el sucedido en casa del delantero del Leicester City Demarai Gray, en Birmingham.
La actual pareja del jugador, Emma Hickman, ha declarado estos días en la Corte a raíz del robo perpetrado el pasado mes de mayo en la vivienda que comparte con el delantero, y en la que se encontraba ella con su hijo recién nacido (de solo seis semanas) cuando cuatro ladrones irrumpieron. El asalto se saldó con un botín de más de 24.000 libras (en torno a los 28.000 euros) y diversas joyas, al margen de una experiencia traumática para la joven.
Así lo ha relatado ante el jurado Hickman: "Estaba durmiendo cuando alguien entró en mi dormitorio. No tuve ni idea hasta que vi a un hombre con un cuchillo. No tenía ropa puesta y permanecí bajo las sábanas". Lo más escalofriante del relato, no obstante, es que todos los hombres iban armados. "Uno de ellos tenía un machete naranja, que parecía una espada", narró la novia del futbolista.
Hickman, que asegura que quedó "completamente petrificada" en el momento, pudo obedecer las órdenes de los delincuentes pese al shock: "Me dijeron que no me moviera y me preguntaron 'dónde estaban el dinero y las joyas.'" Los ladrones también se llevaron un reloj Rolex que vieron en la mesilla de noche, espetando a la mujer que su novio "podía comprarle otro".
La joven también ha relatado que, aunque a ella le dijeron que "no iban a hacerle daño", el grupo de asaltantes sí amenazó veladamente tanto a su pareja (al que llamaron "pandillero" y sobre el que quisieron saber "la hora a la que regresaba") como a su propia madre, que Hickman avisó que estaba de camino al domicilio.
Al parecer, los cuatro delincuentes pertenecían a una banda más grande que se dedicó a robar en viviendas particulares y negocios durante los seis meses que duró una importante oleada criminal acontecida en la zona. Eran violentos y portaban consigo para amenazar a los dueños de los hogares y establecimientos no solo machetes, sino también martillos y cuchillos serrados.