Las confesiones de Morata: una bronca de Simeone o de Alice, Londres, sus hijos...
El futbolista del Atlético se ha sincerado en una entrevista después de que su esposa desvelara que están en plena búsqueda de un nuevo hijo.
Álvaro Morata se encuentra feliz, exultante, tanto a nivel personal como a nivel profesional. En el ámbito deportivo, ha regresado a la convocatoria del Atlético de Madrid después de superar un esguince de rodilla que le ha apartado de los terrenos de juego durante varias semanas; mientras que en el plano más familiar, disfruta de la familia que ha formado junto a Alice Campello e incluso se encuentra en proceso de ampliarla, tal y como desveló ayer la propia modelo. Todo ello en Madrid, su ciudad, después de vivir tiempos difíciles en su etapa en Londres como futbolista del Chelsea.
Sobre esto último y sobre su matrimonio con la italiana se ha sincerado en una entrevista para LOC en la que ha además ha mostrado lo difíciles que resultan los altibajos en la vida de un deportista de élite. Pero Morata sabe bien que los años de futbolistas no duran para siempre, y por eso defiende que "hay que estar preparado para ese día", para el día de la retirada. "Es muy drástico cuando pasas de ir a entrenar, de que la gente te admire, de que te hagan favores en restaurantes a despertarte y vivir la realidad", confiesa.
Afortunadamente todavía falta mucho para que el delantero se plantee dejar el fútbol, y más ahora cuando ha dejado atrás "una época muy mala en Londres" para llegar al Atlético. "Aquí hemos recuperado la felicidad", asegura antes de añadir que llevaba cuatro o cinco años "deseando venir".
Y es que en la capital británica ni su mujer ni él vivieron buenos tiempos. "Yo me tenía que poner un montón de inyecciones en la espalda. No me gustan nada las agujas y llegaba a casa de mal humor. Ella no podía comer nada porque se encontraba fatal y tenía náuseas. Estuvimos mucho tiempo los dos en una cama tumbados. Cuando tratas de entender a la persona de al lado que está mal, pero tú estás peor... Fue una situación difícil", explica.
De un mensaje de Instagram a una vida idílica
Álvaro Morata conoció a Alice Campello a través de Instagram, si bien la mandó un mensaje y ella no le respondió. Aún así, el ariete tenía otros métodos para conocerla: "Había visto una foto suya y se la empecé a mandar a todos los contactos que tenía en Milán, que es donde vivía ella, para que me la presentaran. Pero no querían, la querían para ellos. Hasta que un amigo del padre de Alice, que es el que nos hace los trajes a muchos jugadores, me la presentó", relató.
Desde entonces, su amor no ha parado de crecer, se casaron en Venecia a los meses de conocerse y son padres de dos pequeños: Leonardo y Alessandro. En las redes sociales muestra una vida idílica, y así es como realmente es según Morata: "No necesitamos crear una vida ficticia. Cualquiera se divierte en nuestra casa. Tenemos tres perros, dos niños, tres personas trabajando, nosotros... Al final somos así, como se ve en nuestro Instagram".
Pero como en todas las parejas y en todas las casas, en el domicilio de los Morata Campello también hay broncas, aunque Álvaro no se atrevería a decir si teme más una de la italiana o de Diego Pablo Simeone: "De los dos, creo que ambos tienen bastante carácter", confiesa.
Padre de dos hijos en busca del tercero
En la misma entrevista para LOC, Morata reveló cómo vivió el día que nacieron los mellizos: "Jamás lo he contado, pero yo con la sangre me suelo desmayar. El día que me tocó ir a la sala de parto estaba muy nervioso. Tuve que esperar una hora, pero se me hicieron seis". Sin embargo, eso no ha sido impedimento para querer repetir la experiencia con una niña, como confesó Alice el pasado lunes. "Muchas veces nuestra vida parece de color de rosa, pero tuve que dejar a Alice en el hospital, cuando no se podía ni levantar para ir al baño, y volver a Londres yo solo para jugar", explicó Morata.
Esa parte es el lado oculto del mundo del fútbol, pues no todo son coches, fama y dinero. Existe mucha presión, altibajos, y las tecnologías y las redes sociales no siempre ayudan. "Algunos juegos dependen del rendimiento del propio futbolista, como Comunio, y la gente te insulta porque no has metido gol, porque les has restado puntos... O por las apuestas. Es complicado", asegura el delantero del Atlético. Por eso él sigue confiando en un psicólogo: "Creo que la gente asocia psicólogos a problemas. Al igual que entrenamos físicamente, también hay que estar preparado mentalmente", expresa.