PASAPALABRA

Fran González gana el bote de Pasapalabra gracias a Charles Renard

'Pasapalabra' de Telecinco, entrega su premio más cuantioso: 1.542.000€. El asturiano ha concursado de manera brillante. Ha llegado su reconocimiento tras acertar la última pregunta: Charles Renard

Fran González gana el bote de Pasapalabra gracias a Charles Renard

Fran González, ovetense de 28 años que trabaja como investigador en la universidad de su ciudad, pasa hoy definitivamente a la historia del longevo concurso de Telecinco. Sin duda, en el programa de hoy, el concursante ha estado brillante, hasta en varias pruebas ha conseguido resolver todo él solo sin ayuda de sus ayudantes. Boris Izaguirre ha ovacionado en varios momentos su actuación, levantándose de la silla para aplaudirle. "Que divino, por favor" le decía cuando consiguió los últimos 20 segundos para la prueba final.

La R, ha sido la letra que le ha dado la victoria: "¿Apellido del ingeniero francés que construyó el dirigible militar 'La France' en 1884? Renard".

El rosco

Fran ha acumulado un total de 164 segundos para poder completar el rosco frente a los 133 de José Manuel. Su victoria comenzaba con 8 palabras acertadas en los 42 primeros segundos. Ha pasado palabra en 6 ocasiones antes de dar la primera vuelta al rosco. Finalmente, el concentrado Fran, y con tres palabras para terminar y 36 segundos, ha recordado lo que haría si ganara el bote, "Para ayudar a mi familia, viajar, ayudar a la empresa familiar para crecer", "me gusta Grecia y Japón, y conocer grandes ciudades europeas como Alcorcón, Leganés y Móstoles", bromeaba.

 Los dos mayores logros del joven, no obstante, son haber roto el récord del número de programas con un total de 168, gesta nunca antes lograda por otro contendiente, y por supuesto llevarse a casa el codiciado bote de Pasapalabra. De anunciar esto último se encargó Telecinco, que ha querido despertar toda la atención posible para la retransmisión del momentazo. El episodio en concreto se grabó el pasado 28 de diciembre, y como Fran ha confesado a los medios, "por fin, ya era hora".

Tras pasar de la incredulidad, escanciar sidra y dar las gracias al programa, Fran ha llamado a su madre para darle la buenanueva."Se lo merece, no es porque sea hijo mío".

Un bote jugoso con unos fines muy generosos

El asturiano ha estado a punto de conseguir el bote en 15 ocasiones más, en las que se quedó tan solo a una palabra de acertar las 25 definiciones. Su empeño, perseverancia, y por supuesto, conocimientos, dan por fin sus frutos en forma de una cantidad estratosférica: 1.542.000 euros, la tercera más elevada de la historia del concursoy que se han sumado a los 200.000 euros que había acumulado en los programas anteriores.

A pesar de la realidad del bote, Fran sigue todavía sin creérselo del todo. "Es mucho dinero y quiero emplearlo de la mejor manera posible", ha dicho el concursante haciendo gala de precaución. Se sabe que Fran pretende usar parte de su premio para ayudar a sus sobrinos con sus estudios, echar una mano a sus padres, e incluso fundar un laboratorio para la investigación de curas de enfermedades. Ah, y en línea con su mayor pasión, la lectura, Fran también ha dejado caer que piensa llenar su casa de libros.

La segunda parte de Fran en los platós

Eso sí, el asturiano no desaparecerá con su botín de nuestras pantallas, pues mañana mismo se incorpora a la Academia Pasapalabra, una compendio de programas que reúne a los mejores concursantes de los últimos años, que aspirarán a un bote de 100.000 Euros.

Su paso por el programa lo convierte en un concursante 10

Y lo hace por varios motivos. El primero, por haber sido un participante muy querido por el público, capaz de elevar las cotas de audiencia del programa hasta índices poco habituales para el formato. Su lucha con las palabras ha constituido el minuto de oro del día durante más de una ocasión, con share que comprendían cuatro millones de espectadores. Pero Fran también es el participante que más segundos para el rosco ha acumulado desde que empezó la emisión del programa. El propio Christian Gálvez le reconocía admirado que estaba haciendo "algo histórico".