EN LONDRES

Cristiano y Georgina se gastan 31.000 euros en vino en 15 minutos en Londres

La pareja disfrutó del ballet La bayadera en el Royal Opera House de la capital inglesa y después se fueron a cenar a un exclusivo restaurante

Cristiano y Georgina se gastan 31.000 euros en vino en 15 minutos en Londres

La escapada que han realizado Cristiano Ronaldo y Georgina Rodríguez a Londres ha tenido una apretada agenda de ocio. Después de conocerse que la pareja había asistido al partido de Novak Djokovic en la ATP Finals de la capital inglesa, Rodríguez ha desvelado otro de los planes que realizaron en su viaje: asistir a una obra de ballet en un centro tan espectacular como la Royal Opera House de Londres.

"Qué espectáculo poder disfrutar de la Bayadère de la mano de Marianela, mi compatriota argentina, y todos los bailarines. Me han hecho disfrutar de una velada maravillosa. Los sueños se hacen realidad... Gracias mi amor", escribió Georgina en su cuenta de Instagram, en la que mostró una imagen de ella misma posando en las instalaciones de la Royal Opera House con un vestido negro ajustado.

Rodríguez, gran aficionada al ballet desde su niñez, se mostraba ilusionada con lo que parecía una sorpresa que Cristiano Ronaldo tenía guardada para Rodríguez en su viaje a Londres, además de unos días de descanso en los que han disfrutado de lujos al alcance de muy pocos.

El vino más caro del mundo

La pareja, que acudió a Londres acompañada de Cristiano Jr, se instaló durante su visita a Londres en el Hotel Bulgari, situado en en el barrio de Knightsbridge y que cuenta con un precio de más de 10.000 euros la noche, aunque no fue el gasto más importante que realizaron en la capital británica.

Tal y como ha contado el diario británico The Sun, la pareja quiso pasarse por el también exclusivo restaurante Scott's. Situado en el barrio de Mayfair, el local está especializado en mariscos, aunque no fue el motivo de su visita. Aunque la pareja sólo estuvo allí 15 minutos, les dio tiempo a gastar más de 31.000 euros en vino.

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Cristiano y Georgina quisieron probar el Richebourg Grand Cru, considerado el vino más caro del mundo y por el que pagaron unos 20.000 euros. Posteriormente bajaron algo el precio y pidieron otra botella de Pomerol Petrus del 82, un vino que supera los 10.000 euros por botella.