Andrés Calamaro reflexiona sobre el fútbol por el Boca-River: "Que gane el mejor... o el peor"
El cantante argentino ha compartido sus impresiones de la final de la Copa Libertadores con "Partido a Partido" y ha ido mucho más allá.
El fútbol en Argentina es casi como una religión y el país está a punto de paralizarse ante la final de la Copa Libertadores que van a disputar los dos grandes rivales de Buenos Aires, el Boca Junior y el River Plate. Será un "Súper Clásico" a doble partido, el primero en la Bombonera de los "Xeneizes" el próximo sábado 10 de noviembre y el segundo, en el estadio Monumental de los "Millonarios" el sábado 24 de noviembre.
La relevancia de esta histórica final traspasa evidentemente todas las fronteras y a pocos días del primer duelo, Andrés Calamaro, el cantante argentino más internacional, ha compartido sus impresiones con "Partido a Partido" yendo mucho más allá de este enfrentamiento y regalando una profunda reflexión sobre fútbol. Estas han sido sus declaraciones.
Qué supone un Boca-River y con qué Clásicos los compara: "El Boca-River es la gran rivalidad del futbol de Buenos Aires. Es uno de los partidos más atractivos. Tiene la potencia cultural de los derbis en la liga inglesa. Por ejemplo, Everton-Liverpool, los Manchester… Probablemente los Clásicos en Italia se acerquen un poco a esta locura".
Qué significa para él un Clásico: "El amor por los colores de un club es indescifrable y es todo lo contrario. Para mí un Clásico siempre es un Clásico. Yo como observador cosmopolita los observo y respeto esa energía, así juegue el Madrid-Barça, el Boca-River o el que sea… En Rosario, el Clásico es Newell's contra Rosario Central. Pero Boca y River trascienden, hay aficionados de los dos en toda Argentina. Personalmente, lo veré por televisión si puedo y si alguien tiene el excelente gesto de querer llevarme al estadio por supuesto que voy a ir".
Cómo ve el fútbol: "El futbol sigue siendo pasión familiar, cuestión barrial… Ya no es un deporte que se juegue sobre la hierba y se escuche por la radio. El futbol es un gran programa de televisión de mucha audiencia".
El Boca-River, "más grande que la final de un Mundial": "El futbol celebra su delirio en los Mundiales. Pero estas rivalidades regionales tienen acaso más empaque, quizás más interés que la final de un Mundial. Personalmente, yo no soy hincha de Boca ni de River. Tuve el privilegio de la amistad de mucha gente del fútbol, estrellas mundiales, genios del deporte".
"Los futbolistas son del equipo en el que juegan", caso Jamie Carragher: "Los futbolistas sienten los colores del equipo donde están jugando. El caso de Carragher, del Liverpool, que de niño había sido hincha del Everton, sin embargo, como un panqueque – él mismo lo dice – se dio la vuelta para ser hincha del equipo en donde jugó y se retiró, que el Liverpool. Y toda su familia adora el azul. Tal vez me equivocó, me parece que el Clásico merced es el del Liverpool con su vecino".
Otros casos, Sergio Ramos y Gabriel Batistuta: "Los futbolistas defienden los colores de un club. El capitán Sergio Ramos es madridista, pero también sevillista además de sevillano. Yo tengo esa manera de ver el futbol, me siento del lado de los futbolistas. Una vez viaje al lado del gran, "súper crack" Batistuta, ídolo de la Fiorentina pero campeón del 'Calcio' con la Roma. Resulta que antes de jugar en Europa fue jugador de River y del Boca. Le pregunté: '¿Batistuta es de River o de Boca?'. Gabriel ya no era de River ni de Boca. Es un profesional, a su manera era un artista, un crack. Algo que trasciende el deporte".
Amigo de Gallardo y admirador de Riquelme: "Tengo amistad con el entrenador de River, Marcelo Gallardo. Lo conocí en aquel equipo que ganó la copa Libertadores, donde jugaba Francescoli, Germán Burgos… Pero por supuesto, me encanta también el Boca. Lo que significa, lo que representa. Está el Boca de Riquelme. Riquelme trasciende los colores de Boca y River en Argentina, aunque es símbolo de los hinchas de Boca. Decir Riquelme es como decir Iggy Pop o The Ramones".
Sus equipos favoritos y su indiferencia en la final de la Copa Libertadores 2018: "Puede resultar una respuesta un poco insulsa, pero para mí es como una final de tenis. No estoy particularmente identificado con otros colores que no sean los de los 'Diablos Rojos' del Barrio de Avellaneda (Club Atlético Independiente). También me confieso madridista y bético, porque tengo amigos en Sevilla, y del Cádiz por Mágico. Soy un iconoclasta incluso para el fútbol. Que gane el mejor… o que gane el peor. Que me da exactamente igual".