La retirada forzosa de Woody Allen: nadie financia sus películas
Desde que salieran a la luz las acusaciones de abusos sexuales el director no ha podido seguir haciendo filmes.
Las acusaciones de abusos sexuales que Dylan Farrow vertió sobre Woody Allen han tenido su efecto ahora. El director neoyorkino se ha visto obligado a tener un retiro forzoso. No por falta de ideas ni por la fama profesional del cineasta, que es considerado uno de los más destacados del siglo XX.
Allen no encuentra ninguna productora que financie sus proyectos, lo que ha hecho que el estadounidense y exmarido de Mia Farrow se vea obligado a cesar su carrera cinematográfica a los 82 años.
Desde 1981, Woody Allen había acudido a las carteleras una vez al año con un ritmo frenético hasta alcanzar una filmografía que ha llegado a los 48 títulos que abarcan seis décadas de cine. Desde que rodase A Rainy Day In New York con Selena Gomez o Jude Law en el reparto, Allen ha intentado sin éxito trabajar en una nueva cinta a estrenar en 2019, lo que implica que deberá tomarse un descanso forzoso que quizá termine en un retiro definitivo.
Pese a que su hija adoptiva Dylan Farrow ya denunció los abusos en 2013 a través de una entrevista concedida a la revista estadounidense Vanity Fair, no fue hasta el salto del escándalo de Harvey Weinstein y el nacimiento del movimiento #MeToo cuando las declaraciones de Farrow tuvieron trascendencia real sobre los hechos ocurridos.
Farrow volvió a conceder una entrevista en enero para la cadena estadounidense CBS en el que habló de los hechos. En ese momento comenzó a sumar apoyos a favor de su testimonio y en contra de Woody Allen. "Durante años he mantenido que, cuando tenía siete años, Woody Allen me condujo a un desván, lejos de las niñeras a las que se les había ordenado que nunca me dejaran a solas con él. Luego me agredió sexualmente", declaró en la entrevista que ahora ha tenido su consecuencia directa en la carrera de Allen.