ORÁCULO

El pulpo Paul de Rusia 2018 es un gato sordo y se llama Aquiles

Blanco y sordo, el gato Aquiles vive en el Museo del Hermitage de San Petersburgo, y ha sido elegido pronosticador oficial

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El pulpo Paul de Rusia 2018 es un gato y se llama Aquiles

Desde que en la Eurocopa 2008 el pulpo Paul saltase a la fama, no hay ningún gran evento futbolístico que se precie que no cuente con su animal "oráculo". Y el Mundial de Rusia 2018 ya tiene el suyo.

Se trata de Aquiles, un gato blanco y sordo que vive en el Museo del Hermitage de San Petersburgo, y que acaba de ser elegido este lunes como pronosticador oficial del Mundial de Rusia 2018, que se disputa del 14 de junio al 15 de julio.

"La decisión ya está tomada, los documentos correspondientes firmados", ha anunciado este lunes a la prensa Mary Khaltunen, la encargada de los gatos de la pinacoteca, añadiendo que "celebraremos una conferencia de prensa especial y Aquiles tendrá un pase oficial de aficionado".

Sobre él, destacan que "es sordo de nacimiento, lo que explica su nivel de intuición".

Ya pronosticó la Confederaciones, con mal resultado

Aquiles ya ejerció de oráculo el pasado año durante la Copa Confederaciones, torneo en el que acertó los resultados de cuatro de los dieciséis partidos disputados.

Hará sus predicciones eligiendo entre varios bols de comida claramente identificados con sus respectivas banderitas, del mismo modo que lo hacía el pulpo Paul.

El gato Aquiles, en acción
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El gato Aquiles, en acción

Los gatos del Hermitage

Aunque pueda resultar extraño, el Hermitage está lleno de gatos. Es una tradición que se remonta muy atrás, cuando sus antepasados fueron introducidos en el lugar por Pedro el Grande en el siglo XVII, cuando el Zar lo convirtió en su Palacio de Invierno. Fue Catalina la Grande quien otorgaría a esos animales a mediados de dicho siglo el estatus de "Guardianes de las galerías" del museo que ella misma ordenó fundar

En la actualidad, cerca de 70 gatos protegen el museo de los ratones y el edificio cuenta con un equipo dirigido por Anna Kondratyeva, que explicó que Aquiles se tomó un año sabático y "ganó peso". Se sitúa actualmente en 4,7 kilos.

La fama que adquiera el gato será bien utilizada. Una vez termine el Mundial, según el Hermitage, Aquiles se dedicará a visitar los hospitales donde están ingresados menores enfermos terminales.