DE OTROS PAÍSES

Algunas de tus monedas de 1 y 2 euros podrían valer menos de 10 céntimos

El parecido de nuestras monedas con las de otros países pueden provocar confusiones y engaños en tu bolsillo.

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Las monedas de 1 y 2 euros tienen un parecido con las de otros países y que poseen un menor valor.

Han pasado más de tres lustros desde que el euro entrase en nuestras vidas, tiempo de sobra para familiarizarnos con una moneda con múltiples caras. Las manejamos a diario con el rostro de Juan Carlos I, el águila federal alemana o el sello real de Portugal pero... ¿hasta qué punto podemos conocerla sin que nos lleguen a dar gato por liebre?

El diseño de las monedas de 2 euros es más común de lo que podemos llegar a pensar. Es por ello que en algunas ocasiones podemos mirar en nuestro bolsillo y toparnos con una que se parezca demasiado. Para colmo, -y salvo magníficas excepciones- su valor suele ser siempre mucho menor que los dos euros.

Monedas muy comunes

Para concienciar de este problema y evitar engaños, la Guardia Civil introduce entre sus tuits imágenes de algunas de esas monedas que son muy similares a la de 2 euros. Países como México, Egipto, Tailandia, Marruecos, Kenya o Sudáfrica cuentan con monedas compuestas por dos piezas, las llamadas bimetales. Están formadas por una pieza dorada y otra plateada, con  un tamaño idéntico o casi inapreciable y que se pueden confundir fácilmente si no prestamos atención.

Lejos de reducir nuestra alerta a las piezas de 2 euros, la moneda de 1 euro también comparte parecido con otras. 1 lira turca parece un euro pero sólo vale 0,25 céntimos y la moneda de 2 pesos argentinos no llega a los 12 céntimos.

En su mayoría tienen un valor mucho menor que nuestra moneda, de ahí que haya interesados en colarlas entre las monedas de curso legal que manejamos a diario. 5 rand sudafricanos tienen un valor de 0,35 céntimos de euro tal y como indica la Guardia Civil o el bolívar venezolano apenas alcanza los 0,09 céntimos, por lo que conviene echar un vistazo a nuestro cambio para evitar una de estas pequeñas sorpresas desagradables en forma de moneda.