¿PARECIDAS?

Lindsay Lohan pierde su batalla contra GTA V

La actriz denunció a la empresa responsable del videojuego por considerar que uno de sus personajes estaba basado en ella.

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Lindsay Lohan pierde su demanda contra Rockstar por considerar que uno de los personajes de GTA V estaba basado en ella.

Hace dos años, una demanda llegaba a las oficinas de Take Two, la empresa responsable de la saga de videojuegos Grand Thetf Auto. La demandante no era otra que Lindsay Lohan, que había considerado que su última referencia, GTA V, había basado uno de sus personajes en ella. Ahora, tras dos años de litigio y acusaciones, el Tribunal Supremo de Nueva York ha fallado en contra de Lohan.

Ya sea por los selfies que obsesionan a la actriz, el bañador rojo, la melena rubia o por el símbolo de la paz con el que suele posar en sus fotos, Lohan consideró que el videojuego desarrollado por Rockstar había utilizado su imagen para basarse en uno de los personajes. En concreto en Lacey Jonas, una famosa actriz y cantante que aparece en varias de las misiones de GTA V y que se caracteriza por tener una vida complicada.

Lacey Jonas, el personaje que estaba basado en Lindsay Lohan según la propia actriz.
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Lacey Jonas, el personaje que estaba basado en Lindsay Lohan según la propia actriz.GTA

La saga de videojuegos se ha caracterizado en sus últimas entregas por parodiar el estilo de vida de algunos estereotipos y personajes de la vida pública estadounidense, algo que también molestó a Lohan, que se vio reflejada en Lacey Jonas. Rockstar se limitó a afirmar que lo único que buscaba la exchica Disney era algo de publicidad. Cabe recordar que se trata de una de las franquicias de videojuegos más exitosas de los últimos años y que GTA V acumula más 60 millones de unidades vendidas desde su lanzamiento en septiembre de 2013.

Dos años después, el Tribunal Supremo de Nueva York ha descartado la demanda interpuesta por Lohan aduciendo que ni las imágenes ni el nombre de Lohan aparecen en GTA V. Además, el videojuego es "una obra de ficción o sátira", por lo que, tal y como defiende la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, estaría permitido al igual que sucede con otras obras culturales como libros, obras de teatro o películas.