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WIMBLEDON

Kyrgios: la hora del niño marginado

De origen humilde, Nick Kyrgios, tenista y persona 
de contrastes, encuentra 
su momento en su torneo preferido, Wimbledon.

Wimbledon
Kyrgios: la hora del niño marginado

“Es gracioso, porque no creo que pensara ser alguien como yo. Las pistas en las que me entrené eran horribles y ahora tengo la oportunidad de jugar la final de Wimbledon”, dijo el protagonista de esta historia cuando le preguntaron sobre una foto suya de cuando era un niño, con sobrepeso y mala cara mientras sostenía una raqueta. “Mírala, me parezco a Manny, de Modern Family (una conocida serie estadounidense), bromea Nicholas Hilmy Kyrgios (Canberra, 27 años), que fue un chaval “marginado”, según recuerda, rodeado de “negatividad”, que empezó a jugar al tenis a los seis años con su madre, Norlaila, malasia, que hizo muchos sacrificios para acompañarle a los torneos, mientras su padre, George, griego, trabajaba como pintor para mantenerles a él y a sus hermanos, Christos y Halimah.

Nick creció idolatrando a la par a tenistas como Federer y Tsonga, y a jugadores de la NBA, su otra gran pasión (suele entrenarse con camisetas de la liga norteamericana de baloncesto), como LeBron James, Garnett y Jordan. Destacó en su etapa júnior por sus notables y, al mismo tiempo, raras cualidades. “Vine a Wimbledon como número uno, algo que hizo mucho por mi confianza. Estaba en un Grand Slam, cerca de los mejores del mundo, andando a su lado, pero nunca pensé que algún día jugaría por el título masculino”, reflexiona Kyrgios, que pronto empezó a llamar la atención también por su carácter polémico dentro y fuera de la pista.

Peleas verbales con rivales, entrenadores, jueces de silla y espectadores que le acarrearon y aún le cuestan cuantiosas multas. Una actitud contestataria con las instituciones que gobiernan su deporte y opiniones siempre controvertidas sobre los torneos, los compañeros y el sistema en general. Y una dudosa ética de trabajo. Una vez reconoció que había ganado a Nadal (en Cincinnati 2017) con resaca tras una noche de fiesta y alcohol.

Arrepentimiento

Hábitos de los que ahora, en parte, se arrepiente: este año, en Melbourne, me di cuenta de que hay que quedarse en casa, ser reservado y descansar. Los días libres y los entrenamientos son fundamentales”, afirma. Su novia, Costeen Hatz, con la que ha encontrado la estabilidad tras algunas relaciones tormentosas (pesa sobre él una acusación de abusos), ha sido importante en la transformación de Kyrgios, vegano, amante del rap, las comedias de cine y televisión y los videojuegos, y reconocido filántropo en Australia.