Djokovic gana por fin en Ginebra su título número 100

A Novak Djokovic, que cumplió 38 años el pasado jueves, se le iban agotando las posibilidades de obtener el título número 100 de su carrera. En la final del Masters 1.000 de Shanghái, en 2024, no pudo con Jannik Sinner. Y se le escapó una buena oportunidad cuando perdió la de Miami ante el checo Jakub Mensik. Pero en la de Ginebra, en un ATP 250 que le era propicio a priori, el serbio se impuso a Hubert Hurkacz en tres sets para alcanzar por fin la centena de trofeos: 5-7, 7-6 (2) y 7-6 (2) en algo más de tres horas. El último éxito del ganador de 24 Grand Slams había sido el oro de los Juegos Olímpicos de París, el pasado mes de agosto. Ahora solo tiene por delante en la historia a Jimmy Connors con 109 y a Roger Federer con 103. Su siguiente objetivo. Ahora es el único tenista que ha ganado torneos en 20 temporadas distintas, una más que Rafa Nadal, que lo consiguió en 19.

Aunque mantiene un nivel alto para competir contra cualquiera, a Djokovic también le cuesta superar a toda clase de rivales en los últimos tiempos (16-7 en 2025). Un síntoma de que la trayectoria fantástica del balcánico se acerca cada vez más a su fin. En este caso, no fracasó ante un oponente al que había ganado en sus anteriores siete enfrentamientos. Hurkacz, que no había hecho una buena temporada hasta ahora, acabó el partido hundido, porque tuvo muy cerca la gloria de un triunfo sonado y de evitar el rosco en un cara a cara muy negativo (0-8). Campeón en Miami hace cuatro cursos, el polaco de 28 años está ahora fuera del top-20 (es 28º) y su balance en la presente campaña es 14-10. Si bien es verdad que en Ginebra llegó a la final sin haber perdido un set.

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Gracias, en gran parte, a su poderoso saque, Hubert dominó a Djokovic en la mayor parte del choque. Con 19 aces, salvó algún que otro punto de break y mantuvo su servicio hasta mediada la tercera manga, cuando Djokovic igualó el marcador y se puso luego por delante después de haber encajado un quiebre en el inicio del parcial. Con 5-4 en contra y bolas nuevas, Hurkacz no falló. Parecía que iba a quitarse un peso de encima. Por fin, victoria contra el astro de Belgrado. De esas que se recuerdan siempre. Pero en el segundo desempate del encuentro, se arrugó ante el empuje y la determinación de un Djokovic que estaba decidido a finiquitar el asunto del título 100 y lo hizo. Sigue siendo muy grande.

Saber ganar

“Tuve que trabajar para esto, eso seguro. ’Hubie’ estuvo probablemente más cerca del triunfo durante todo el partido que yo. Tuve algunas ocasiones en el primer set de romper su saque. No las aproveché y perdí el set con una doble falta. Todo estaba de su lado en el partido y traté de mantenerme ahí. No sé cómo le hice el break en el tercer set. Creo que se lo hizo a sí mismo en realidad. Pero esto pasa a estos niveles, en el más alto. Unos pocos puntos deciden quién es el ganador. Partido increíble, con un 7-6 en el tercero y todo el estadio en un ambiente bonito. Estoy agradecido de haber el obtenido el 100 aquí”, dijo Novak, antes de recibir el abrazo de su hijo Stefan, en otro día feliz para la familia.

En la entrega de trofeos, hizo llorar a Hurkacz. “Eres una inspiración para mí y para todos. Un jugador asombroso, pero toda la gira sabe lo bueno que eres como persona, quizá toda esta gente que está aquí, no te conoce tan bien, se merece saber cómo eres, tan amable y respetado”. También le dio las gracias a su familia, por haber estado con él en su cumpleaños y en la final, teniendo sus hijos que hacer pellas en el colegio. Y a su equipo, recién estrenado tras la ruptura con Andy Murray, por “estar ahí aguantando toda la locura” que les llegaba de él desde la pista. Genio y figura. El más grande en cuanto a resultados. El de la ambición inagotable y el hambre de récords. Djokovic.

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