El cabreo de Ferrer por la actitud de Rune: “Ha dicho ‘fuck off’ a la grada”

La tensión que se vive en la Copa Davis es capaz de alterar hasta a hombres tan calmados como David Ferrer. El capitán de la Selección española, que está a una sola victoria de consumar una tremenda remontada y levantar el 0-2 con el que partía frente a Dinamarca, mantuvo una acalorada discusión con el supervisor de la ITF durante el cuarto partido de la eliminatoria, que enfrentó a Pedro Martínez con el número uno danés, Holger Rune, y en el que se llevó la palma el español en tres épicos sets. El nórdico, con una personalidad complicada en ocasiones, se las tuvo varias veces con la grada de Puente Romano, y aquello acabó provocando el cabreo de Ferrer.

Después de que Martínez ganase brillantemente el primero por 6-1 y de que Rune levantase un break en contra para anotarse el segundo por 6-4, el encuentro ya estaba en un momento tenso y caliente como pocos. Rune, nada más empezar el partido, había desafiado a la grada con la mirada y llevándose el dedo a la oreja tras ganar un punto, pues un pequeño sector de la afición estaba celebrando sus errores con el primer saque. Según lo que luego le dijo Ferrer al supervisor, también dejó caer algún improperio a los espectadores. En el segundo parcial, tras recibir un break, el danés mandó dos pelotazos fuera de las instalaciones del club de tenis marbellí, literalmente además. Aquello le costó un warning a Rune.

Al inicio del tercer set, en el primer cambio de lado, Ferrer acabó estallando después de recibir un toque de atención por parte del juez de silla por animar a su jugador. El de Jávea llamó al supervisor, con el que mostró su enfado. “Escúchame tú a mí. En el primer set se cagó en la puta de los aficionados, y luego tiró dos bolas, y no le pitaste ni un penalty ball. Y ahora le animo yo y este tío viene a decirme algo. ¡Que ni se le ocurra decirme algo! Te hablo en español porque me entiendes perfectamente. Cuando pega a esa bola tiene que ser penalty ball, y le ha dicho ‘fuck off’ a la grada", le dijo el mandamás de la Armada.

En el siguiente juego, Rune pegó, involuntariamente, un pelotazo a su rival, y al acabar el turno de saque el juez de silla le pidió calma al danés, algo que desató la risa irónica de Ferrer. El alicantino le sacó el pulgar, haciendo ver que estaba siendo muy benevolente con el comportamiento de Holger. Luego también se cabreó el propio Pedro Martínez con el juez de silla, que cantó doble bote en una bola, como poco, dudosa. Lo compensó el árbitro, porque un par de juegos más tarde fue Rune el que se enfadó al haberle cantado un doble bote que, ahí sí, claramente no había sido. Tras su derrota, el danés fue despedido entre abucheos por un público de Puente Romano que no le dio un respiro y que también jugó su papel para descentrar al número uno visitante. Esto es la Copa Davis.

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