¿Con cuántos años ganó Rafa Nadal su primer Grand Slam y cuándo fue número 1 por primera vez?
La carrera de Rafa Nadal ha sido una de las más legendarias del mundo del deporte. Detallamos cuándo ganó su primer Grand Slam.
Rafa Nadal pone punto final a su carrera deportiva tras la Copa Davis. El tenista de Manacor ha anunciado su retirada de las pistas tras meses castigado por las lesiones. De esta forma, concluye una de las trayectorias más legendarias de la historia del tenis. Con el paso de los años, se ha convertido en uno de los jugadores más laureados de este deporte, habiendo conquistado un total de 22 Grand Slam.
El de Manacor ha sido en varias ocasiones el número uno del mundo, por lo que ha sido considerado por multitud de miembros del circuito profesional el mejor jugador del planeta. Hay varios detalles que se deben tener en cuenta acerca de la extraordinaria carrera de Nadal, y uno de los más importantes es conocer cuándo conquistó su primer ‘grande’ o cuándo fue la primera vez en la que fue el número uno de la ATP.
Nadal ganó su primer Grand Slam con apenas 19 años
2005 fue un año de lo más especial para Rafa Nadal. Con apenas 19 años, el jugador manacorí se hizo con la victoria en Roland Garros, el que ha sido, sin duda, su torneo fetiche. La gran final del campeonato francés se produjo el 5 de junio de dicho año. Además, hay que destacar la importancia de esta jornada, ya que, apenas dos días antes, el español había cumplido años, ya que su fecha de nacimiento es el 3 de junio.
En la gran final del Abierto de Francia, se vería las caras con el argentino Mariano Puerta. Tras un excelente torneo, Nadal se plantaba en su primera final, y el encuentro fue de lo más intenso. A pesar de caer en el primer set por un resultado de 6-7, el de Manacor supo reaccionar para ponerse por delante en el encuentro. De forma sólida, logró llevarse tanto la segunda como la tercera manga. El resultado obtenido fue de 6-3 y 6-2. De esta forma, solo le quedaba uno para poder hacerse con el primer Grand Slam de su carrera.
La intensidad de Nadal, clave para llevarse el encuentro
Ese momento era fundamental, ya que podía hacer a Nadal alzarse con la Copa de los Mosqueteros por primera vez en su carrera. A pesar de la resistencia de Puerta, que no quería darse por vencido, el tenista español pudo cerrar el encuentro. Con un resultado de 7-5 en la cuarta manga, el nacido en Manacor pudo hacerse con el encuentro, llevarse el primer ‘grande’ de su carrera e iniciar, de esta manera, una de las trayectorias más legendarias de la historia en el mundo del tenis.
2008: uno de los mejores años de la carrera de Nadal
El 2008 se convertía con el paso del tiempo en uno de los años más mágicos de la carrera de Nadal. De forma gradual, fue aumentando su rendimiento, hasta llegar a la gira de tierra batida. En ese momento, consiguió por cuarta vez el Masters 1000 de Montecarlo y el Conde de Godó (ATP 500), dos de los campeonatos más prestigiosos del circuito. Además, hay que tener en cuenta que derrotó de forma consecutiva a uno de sus mayores rivales, Roger Federer. En Hamburgo, primero, y en Roland Garros, después, Nadal se hizo con el triunfo.
El último encuentro del campeonato francés, frente al suizo, fue prácticamente un monólogo por parte de Nadal. En la final, el español se mostró intratable: no cedió ningún set, algo que hizo durante todo el torneo. El resultado fue de lo más elocuente: 6-1, 6-3 y 6-0. El suizo apenas tuvo opciones ante el huracán del juego del deportista de Manacor, que se hizo con el cuarto Roland Garros de su carrera.
Wimbledon 2008, uno de los puntos de inflexión para Nadal
El español no se conformaba, y quería más. El siguiente Grand Slam de la temporada, Wimbledon, era un torneo que se le resistía. En la tercera ocasión seguida que ambos se medían en la gran final del campeonato británico, fue Nadal el que logró la victoria, en uno de los encuentros más recordados de la historia reciente del deporte de la raqueta. El inicio fue espectacular por parte de Nadal, que se hizo con los dos primeros sets por un doble 6-4.
Federer supo reaccionar y, en la tercera manga, llegó a ponerse 5-4 arriba, pero, en ese momento, apareció la lluvia. A la vuelta, llegó la muerte súbita, que se terminó llevando el helvético por un resultado de 7-5. En el cuarto, se produjo la misma situación, y de nuevo, fue el suizo el que se llevó el set por un resultado de 10-8. Ya en la quinta y definitiva manga, Nadal tiró de épica y conquistó el encuentro con un resultado de 9-7. De esta forma, con cuatro horas y 48 minutos, es la segunda final más larga de la historia de Wimbledon.
Con 22 años, número uno del mundo por primera vez
Posteriormente, llegó a Canadá, donde obtuvo su segundo Masters, tras derrotar en la final a Nicolas Kiefer. A pesar de caer en Cincinnati en semifinales ante Djokovic, Nadal sabía que sería el número del mundo cuando llegaran a su fin los Juegos Olímpicos de Pekín, donde era el máximo favorito para hacerse con la medalla de oro, un logro muy importante y que le ayudaría a coger un nuevo impulso a su carrera deportiva.
Tras un intenso torneo olímpico, en el que dejó por el camino a Djokovic, entre otros, el manacorí se plantó en la final, donde se midió a Fernando González. En apenas tres sets, logró el triunfo, por un resultado de 6-3, 7-6 (2) y 6-3 en poco más de dos horas, siendo así el primer oro olímpico individual del tenis español. Además, fue el primero en lograr el triplete Roland Garros-Wimbledon-JJOO en un mismo año. Así, el 18 de agosto de 2008, se convirtió en número uno del ranking ATP por primera vez en su carrera.