El mundo del tenis, y del deporte en general, amanece este miércoles impactado tras el anuncio de Ashleigh Barty. La número uno mundial de la WTA y ganadora de tres Grand Slam ha comunicado que se retira del tenis profesional pese a solo tener 25 años. Barty, que no jugaba un partido desde el pasado 29 de enero, cuando se proclamó campeona del Abierto de Australia, había comentado que no estaría en la gira norteamericana al no haberse recuperado bien. Sin embargo, en un vídeo publicado en su cuenta de Instagram esta madrugada, la australiana ha anunciado que nunca más regresará a las pistas.

"Hoy es un día complicado, lleno de emociones porque me retiro del tenis. Es la primera vez que lo digo y es difícil de decir. Estoy muy feliz y preparada, en mi corazón sé que es el momento, sé que es lo correcto. Estoy muy agradecida por todo lo que el tenis me ha dado, pero sé que es el momento para dar un paso a un lado y perseguir otros sueños", ha comenzado diciendo una emocionada Barty en el vídeo publicado. Durante seis minutos, la australiana charla con su compatriota y también extenista Casey Dellacqua para explicar en profundidad su decisión.

Por qué ahora, pregunta Dellacqua a Barty, quien ha acumulado 119 semanas como número uno mundial. "Lo he estado pensando durante mucho tiempo. He tenido muchos momentos increíbles en mi carrera", empieza a explicar una Barty que señala su victoria en el All England Club en 2021 como punto de inflexión. "Wimbledon el año pasado me cambió mucho, ganarlo era mi verdadero sueño, y después de aquella edición cambió mi perspectiva. Tuve una corazonada en mí, había una parte de mí que no estaba satisfecha, que no estaba completa. Llegó el desafío del Abierto de Australia, que es mi manera perfecta para celebrar el increíble viaje que ha sido mi carrera en el tenis. Quiero perseguir otros sueños", relata Barty, remarcando su victoria el pasado mes de enero en su país como el broche perfecto.

La última pregunta que responde Barty es acerca de cómo de difícil ha sido tomar la decisión de retirarse. "Ha habido un cambio de perspectiva en mi carrera, mi felicidad no dependía de los resultados. Para mí, el éxito es saber que lo he dado todo. Sé todo el trabajo que hace falta para dar lo mejor de uno mismo. Ya no tengo en mí esa motivación física, emocional que se requiere para estar en lo más alto. Estoy agotada, no tengo nada más que dar, y eso para mí es el éxito, haber dado al tenis todo lo que tengo", narra la australiana, quien explica que es posible que no se comprenda su decisión. "Puede que la gente no lo entienda y me parece bien, pero yo sé que tengo muchos sueños que perseguir que no incluyen tener que viajar, estar lejos de mi familia y de mi casa, que es donde siempre quiero estar. Nunca dejaré de amar el tenis, será una parte importante de mi vida, pero ahora quiero disfrutar de la siguiente fase de mi vida", sentencia Barty al borde de las lágrimas.

Las reacciones no han tardado en llegar por parte del mundo del tenis. La WTA ha emitido un comunicado en el que el presidente de la asociación, Steve Simon, comenta que Barty "siempre ha sido un ejemplo por su profesionalidad y deportividad en cada partido". "Deseamos a Ash lo mejor, y sabemos que seguirá siendo una gran embajadora del tenis mientras se embarca en este nuevo capítulo de su vida. La echaremos de menos", ha sentenciado Simon. Jugadores como Andy Murray o Simona Halep también han tenido palabras de elogio hacia Barty en redes sociales.

De este modo cierra la australiana una exitosa, fugaz y atípica carrera. Desde junio de 2019 hasta hoy, Barty ha sido siempre la número uno del mundo, excepto en cuatro semanas. Ahora, ese liderato mundial tendrá sucesora. Será la polaca Iga Swiatek si consigue ganar su primer partido en Miami. Con 25 años, Ashleigh dice adiós habiendo levantado un Roland Garros (2019), un Wimbledon (2021) y el Abierto de Australia este mismo año, además de las WTA Finals de 2019. Con tan solo 15 años, Barty ya estaba jugando los torneos más relevantes. Empezó destacando en dobles, modalidad en la que en 2013 alcanzó tres finales de Grand Slam sin haber llegado a la mayoría de edad (formando pareja con Dellacqua, precisamente). Ganó también el U.S. Open de 2018 en dobles y el bronce olímpico en los pasados Juegos de Tokio en categoría mixta. Barty echa el telón a su carrera habiendo ganado 15 títulos en categoría individual en el WTA Tour, a los que añade 12 más en dobles.

Antes de esta retirada, Barty ya se alejó del tenis en otras ocasiones. Desde septiembre de 2014 hasta febrero de 2016, la australiana apartó la raqueta de su vida, alegando que necesitaba un tiempo para refrescar la mente. Aquellos meses los pasó en su país, donde empezó a jugar al cricket de una manera semiprofesional, y llegando a fichar por los Brisbane Heat. También estuvo apartada de las pistas en 2020, tras la explosión de la pandemia de COVID-19. Cuando las competiciones oficiales regresaron, Barty decidió no participar en ninguna para así no tener que viajar y salir de su país, llegando a estar 11 meses sin competir. Ahora, por tercera vez, la tenista de 25 años anuncia que cuelga la raqueta. Aunque, esta vez, lo hace de manera definitiva.