El dolor de Del Potro
El ganador del US Open 2009 enfila en Buenos Aires una prematura retirada con 33 años a causa de las lesiones. "Duermo con dolor", cuenta. La rodilla, esa "pesadilla", no da tregua.
"Tal vez sea más una despedida que una vuelta". Entre sollozos, el sábado, Juan Martín del Potro reconocía que su retorno a las pistas, que se producirá esta madrugada en el Argentina Open, puede ser fugaz. Que, seguramente, tendrá que colgar la raqueta con 33 años después del torneo de Río de Janeiro en el que también está apuntado la semana próxima. "Lo deportivo está al margen. No quería que mi retiro fuese en una conferencia de prensa, sino en una cancha", contó.
Y es que el ganador del US Open 2009 y de otros 21 torneos ATP, quizá la derecha más potente y afilada del circuito, no juega un partido desde hace 965 días. El 19 de junio de 2019 en Queen's, donde perdió sobre la hierba con la rótula de su rodilla derecha machacada. Tres operaciones (antes había sufrido otras tres en la muñeca izquierda y una más en la derecha) no han sido suficientes para repararla. Las lesiones (fue también finalista del US Open 2018) han privado al tenis de un elemento que podría haber distorsionado la lucha Nadal-Djokovic-Federer.
"Llevo dos años y medio que duermo con dolor. Yo a Tandil manejaba (conducía) tres horas y media en auto y ahora tengo que parar para estirar la pierna a mitad de camino. No me gusta, pero es lo que me toca. Mi lucha pasa por la salud y por ganar calidad de vida", desgranó sobre su partido actual.
En el Buenos Aires Lawn Tennis Club se enfrentará a su colega Fede Delbonis. "No podía pedir otro rival, porque juntos compartimos los días más felices", se alegró. Ambos fueron los ganadores de los tres puntos de Argentina en la final de Copa Davis 2016 en Zagreb (Croacia) para conquistar la única Ensaladera de los albicelestes. Y al Buenos Aires Lawn Tennis Club acudirá su madre, Patricia. "Nunca me vio en un torneo", reveló Delpo otra vez entre lágrimas.
"Sentí que debía ser ahora o nunca más. En estos años nunca pude entrenarme como en los últimos tres meses. Bajé 12 kilos de peso e hice mucho esfuerzo", siguió. La rodilla, esa "pesadilla", no parece que pueda darle mucha tras tregua al argentino, que enfila la retirada, al menos, sobre una pista de tenis.