Pablo Andújar se merecía jugar en la Rod Laver Arena al menos una vez en su sinuosa carrera, en parte truncada por las lesiones, y lo hizo este sábado gracias a que se enfrentaba a un tenista australiano con raíces españoles y que se entrena habitualmente en Alicante, Alex de Miñaur, el prodigio que se le escapó a la Federación Española y que ahora es el orgullo de su país, su jugador con mejor ranking (42º). El conquense, afincado en Valencia, se llevó una gran ovación después de perder por 6-4, 6-4 y 6-2 en poco más de dos horas con el muchacho de 22 años, al que ganó hace casi cuatro en un Challenger que se disputó en la segunda ciudad más grande de la Comunidad Valencia.

Esta vez, el frenético ritmo del Demonio de Tasmania, como le apodan, pudo con un Andújar que compitió con dignidad y se lo pasó bien. Se ganó al público por méritos propios y también por aplaudir algunos puntos magníficos de su rival, que se enfrentará el lunes en octavos en un duelo generacional Jannik Sinner. El italiano de 20 años se deshizo del japonés, criado tenísticamente en Valencia, Taro Daniel (6-4, 1-6, 6-3 y 6-1 en 2h41).

Andújar cumple este domingo 36 años y el speaker de la pista central del Open de Australia lo recordó cuando abandonaba la pista, que no el torneo, ya que sigue en dobles con Pedro Martínez como pareja y ambos se enfrentarán en octavos (no antes de las 5:30) a Marcel Granollers y el argentino Horacio Zeballos, terceros favoritos. Buena manera de celebrar un día especial para él, que le recuerda que pese a todas las adversidades, aún es competitivo y puede disfrutar de momentos como el que vivió en uno de los estadios más importantes del mundo. Por 11ª vez se le resiste la ronda de 16 en Melbourne, pero si continúa así (ha subido diez puestos en el ranking, es 73º), volverá en 2023.

Cuadro masculino del Open de Australia.