Nadal pasa con buena nota la prueba de Khachanov
El balear jugó dos sets magníficos, perdió el tercero y emergió en el cuarto para vencer a Khachanov. Lleva más octavos (15) que Djokovic. Mannarino, próximo rival.
"Si me das a elegir, prefiero jugar de día", dijo Rafa Nadal cuando le preguntaron por su preferencia en cuanto al horario de su partido contra Karen Khachanov. Al final, comenzó sobre las 21:25 hora local, cuando la oscuridad se había apoderado ya de Melbourne y las luces estaban encendidas en la Rod Laver Arena. En estas condiciones, que según el balear hacen que las bolas “cojan menos efecto”, cuajó su "mejor" actuación "hasta ahora" en el torneo, como él mismo afirmó antes de abandonar la pista, eso a pesar del set que perdió de camino hacia la victoria: 6-3, 6-3, 3-6 y 6-1 en 2h50.
Nadal jugó dos mangas magníficas, dejó escapar la tercera, quizá por restar demasiado atrás, y emergió dando un paso adelante contra los saques de Khachanov para cerrar sin mayores complicaciones un triunfo que le mete por 15ª vez en los octavos de final del Open de Australia, cifra con la que se coloca segundo en la lista histórica de la Era Abierta por detrás de Federer (18) y por delante ahora de Djokovic (14). Entre todos los Grand Slams lleva 51 presencias en la ronda de 16. El domingo se enfrentará a Mannarino o Karatsev.
Rafa brilló especialmente en los 28 minutos una primera manga en la que sólo perdió un punto con su servicio, con un segundo, colocó 12 golpes ganadores y acumuló apenas cinco errores no forzados. Además, hizo un par de puntos de esos que levantan a los espectadores de sus asientos. En la Rod Laver Arena se lo pasaron pipa con las diabluras de Nadal, también en el segundo parcial, cuando colocó una volea cortada a media pista después de haber hecho un dejadón al que llegó el ruso de 25 años y 30º del mundo, que prepara la derecha de una forma poco ortodoxa, que da un poco de grima.
Acción y reacción
El tercer set se le escapó al español cuando Khachanov se convirtió en el primer tenista capaz de romperle el saque en lo que va de campeonato. El moscovita se creció con el apoyo de un público que quería más espectáculo y encaró ufano el cuarto. Lo que quizá no esperaba era la reacción táctica de Nadal, que decidió restar más adelante, volvió a sacar bien y se merendó a su rival en un visto y no visto con algún que otro drive excelso y el revés cruzado y cortado como arma para poder invertirse y pegarle con saña de derechas. Estaba tan concentrado que no le importó que el primer cambio de lado se le cayera una botella de agua. Habrá quien diga que el ganador de 20 Grand Slams no está para sumar el 21, pero lo más prudente es no descartarlo.
Cuadro masculino del Open de Australia.