Garbiñe Muguruza no tendrá que estar pendiente de lo que ocurra la semana que viene en el circuito femenino ni deberá participar en el 250 de Cluj (Rumanía) para certificar su pase a las WTA Finals, que se disputarán en Guadalajara (México) del 10 al 17 de noviembre. Porque la renuncia de la número uno del mundo, Ashleigh Barty, mete a la española matemáticamente entre las ocho mejores de la campaña y hace que aumenten mucho las opciones de clasificación de Paula Badosa.

Si finalmente las dos juegan el Torneo de Maestras, será la primera edición con dos tenistas de la Armada desde 2000, cuando participaron Arantxa Sánchez Vicario y Conchita Martínez. En aquella ocasión, la primera cayó en la ronda inicial y la actual entrenadora de Muguruza, en cuartos.

“Necesito priorizar mi cuerpo y mi recuperación para concentrarme en tener la pretemporada más fuerte posible para el verano australiano”, justificó Barty, campeona de las últimas WTA Finals en 2019, que apunta a las restricciones de Australia por la pandemia (se exige una cuarentena obligatoria para entrar a su país) como principal motivo de su ausencia en el Masters.

Badosa, a un paso

La otra gran beneficiada por la decisión de Ash es la polaca Iga Swiatek, clasificada como Muguruza, que descansará la próxima semana. Badosa tampoco competirá en Cluj y confía en que Jabeur, duda para el 250 de Courmayeur (Italia), y Kontaveit (campeona este domingo ante Alexandrova en la final de Moscú), que sí estará en Rumanía, no le superen.