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MASTERS 1.000 CINCINNATI

Zverev avisa: "Tengo hambre, aún no estoy satisfecho"

El campeón olímpico en Tokio 2020 regresa a la competición en el Masters de Cincinnati con la mirada puesta en el US Open, donde cayó en la final el año pasado ante Thiem.

El tenista alemán Alexander Zverev celebra su victoria ante Karen Khachanov en la final del torneo de tenis de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
TIZIANA FABIAFP

Alexander Zverev será una de las raquetas a seguir durante esta semana en el Masters 1.000 de Cincinnati. El alemán, ganador del oro olímpico en tenis en los Juegos de Tokio 2020, regresa a la competición como tercer favorito en el último gran torneo antes del US Open, donde buscará su primer título de Grand Slam tras caer ante Dominic Thiem en la final del año pasado.

El propio Zverev se mostró muy ilusionado por lo conseguido en los Juegos Olímpicos de Tokio en la rueda de prensa previa al torneo pero también destacó que no puede anclarse en ello y ya mira a futuros objetivos. "¿Que si estoy en una nube? Sí, un poco. Ganar esta medalla es la cosa más grande que puede pasar en cualquier deporte porque los Juegos Olímpicos son muy especiales, no compites sólo por ti, también compites por mucha gente. Es una sensación muy especial. Pero tengo que volver a jugar, así que debo olvidar esa sensación y empezar a trabajar y a competir de nuevo. Estoy muy hambriento, aún no estoy satisfecho".

El alemán espera que cambie su racha de resultados en el último gran torneo antes del del US Open y quiere dejar patente su gran temporada 2021 también en la gira norteamericana. "Estoy feliz de estar aquí en Cincinnati y con ganas de cambiar la tendencia de cómo se me ha dado este torneo. Estoy ansioso por competir y demostrar que soy uno de los mejores jugadores. Sé que estoy teniendo un buen año y estoy feliz con ello, pero ahora tengo que afrontar un Masters 1.000 y después un Grand Slam, que son dos torneos muy importantes y muy grandes".

Zverev también celebró el regreso del público a las pistas después de que el año pasado el Masters de Cincinnati se jugase sin público en Nueva York en la burbuja del US Open. "Me hace muy feliz ver a la gente, porque siempre he dicho que los deportes necesitan espectadores, los espectadores nos transmiten emociones. Es fantástico ver a los aficionados de vuelta. Es genial ver cómo la vida vuelve poco a poco a la normalidad. Creo que mucha gente se ha perdido esto".