La agonía de Medvedev en Miami: "Solo pensaba en no caerme"
El tenista ruso logró sacar adelante su partido ante Alexey Popyrin pese a los calambres que sufrió en el tercer set. "Es una de las victorias más dulces de mi carrera".
Daniil Medvedev dio toda una lección de pundonor durante su partido ante el australiano Alexey Popyrin en tercera ronda del Miami Open, en el que se impuso por 7-6 (3), 6-7 (7) y 6-4 después de dejar escapar tres puntos de partido en el segundo set y jugar con calambres durante buena parte de la tercera manga.
El propio Medvedev se mostraba así de eufórico en la rueda de prensa posterior a este agónico partido. "Pienso que al ganar una final de Grand Slam en tres sets seguidos no se siente lo que yo sí he sentido tras el punto de partido hoy"
Los problemas para Medvedev empezaron en el segundo set y en el descanso entre esta manga y la tercera y definitiva el ruso tuvo que pedir la presencia del fisio para poder seguir jugando. "Lo único en lo que estaba pensando era en no caerme, porque si me caía, no pensaba que pudiera levantarme de nuevo. Hubo varios momentos en los que quería recostarme y decir 'vale, se acabó'. Entonces supe que eso no podía aceptarlo. Al final fue que casi no podía caminar, las piernas no me seguían. No podía doblarlas ni enderezarlas, tenía que mantener la misma postura y no podía dar un paso de más de 10 centímetros".
Pese a la tortuosa experiencia, Medvedev destacó el lado más positivo de la situación y cómo logró llevarse la victoria pese a los problemas físicos. "Siento que fue un partido divertido en cierto modo, un partido para recordar. Para mí, por supuesto, no para él. ¿Sabes? Lo gracioso es que debería haber ganado en dos sets. No deberíamos estar aquí hablando de ello, pero aquí estamos. Es un partido para recordar, sin duda", afirmó Medvedev, que ahora buscará una plaza en cuartos de final ante el estadounidense Frances Tiafoe, que también ganó al serbio Dusan Lajovic en tres sets (1-6, 7-5 y 6-3).