OPEN DE AUSTRALIA

Melbourne se confina: el Open continúa pero sin público

El Gobierno de Victoria decretó un "confinamiento duro" de cinco días desde la noche del viernes por un positivo en el aeropuerto. Los jugadores, del hotel al torneo.

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Melbourne se confina cinco días: no habrá público en el Open
ASANKA BRENDON RATNAYAKE REUTERS

El Gobierno de Australia decretó un "confinamiento duro", que entrará en vigor a las 23:59 horas de este viernes, hora australiana, tras el positivo por COVID de un empleado de la cafetería Brunetti's del aeropuerto de Melbourne, que podría haber estado en contacto con cientos de viajeros. 

En principio, el Open de Australia no corre peligro, así lo confirmó la organización en un comunicado ("el juego continuará ininterrumpidamente"), pero desde la jornada de este sábado y, como mínimo, hasta el próximo jueves, no habrá espectadores en el torneo. De hecho, durante el último partido de la jornada del viernes, el drama que enfrentó a Djokovic y Fritz, se pidió a los aficionados que abandonaran la Rod Laver a las 23:30 y algunos lo hicieron incluso antes, pero otros demoraron su salida o directamente se negaron a marcharse, por lo que hubo que parar el encuentro hasta que todos se fueron. Por lo que respecta a los jugadores, en este periodo de seguridad tendrán permiso sólo para ir del hotel al torneo y viceversa. Y se extremarán las medidas de seguridad, como el uso de mascarillas en todo momento y circunstancia. Pronto se conocerán más detalles sobre el plan de contingencia.

Las autoridades australianas no quieren que la situación, que tenían ejemplarmente controlada, se les vaya de las manos después de este nuevo caso y el de otro trabajador de un hotel de cuarentena, el Holiday Inn. Las reuniones públicas están prohibidas y la gente no puede desplazarse a más de 5 km de su casa. Solo hay cuatro razones para poder salir: compra de artículos básicos, cuidado a alguna persona, trabajo esencial o ejercicio.

La asistencia de público al Grand Slam oceánico iba en aumento desde el martes, después de que el lunes hubieran acudido a las instalaciones 17.922. En la segunda jornada hubo 17.381, el miércoles, 19.900 , el jueves, 21.010 y el viernes, 22.299. Aún no se ha alcanzado el tope de 30.000 diarios (25.000 desde cuartos) por lo tanto. Las escenas de aficionados celebrando puntos en la grada sin mascarilla ni distancia social llamaron la atención en todo el mundo, con el punto álgido del encuentro que enfrentó en horario nocturno a ídolo local Nick Kyrgios y el francés Ugo Humbert

Las estrellas estaban encantadas

Las grandes estrellas del tenis recibieron con felicidad la vuelta de los espectadores a los partidos. Serena Williams, una de las que más conexión tiene con los fans, lo tiene claro: "Es bueno tener gente, mucha gente ahí fuera. Sí, creo que la multitud siempre me motiva, sea buena o mala. Siempre hay algo que puede motivarte entre la gente". Tras conocer la noticia del nuevo encierro, la americana dijo que "la distancia social es necesaria en esta situación por el COVID, y este es el deporte en el que mejor se mantiene". También le gusta sentir el calor de los fans a Garbiñe Muguruza: "Me encanta pisar la cancha y que haya público. Se agradece que vengan a vernos jugar después de casi un año completo sin espectadores. Sin ellos nos falta energía, nervios, emoción...". Ahora volverán a la situación que vivieron en el US Open hasta el jueves que viene, si todo va bien y la española lo lamenta: “Va a ser duro, pero es la situación en la que estamos. El Gobierno de Victoria se toma todo esto muy serio. Lo positivo es que vamos a poder jugar aunque echaremos de menos al público, pero esperemos poder tenerlo de vuelta en unos días”.