Christian Harrison empieza a ver la luz al final de un largo túnel. Un túnel de nueve años, concretamente. El que comenzó en 2009 con su primera operación en el fémur izquierdo. El estadounidense, hermano del también tenista Ryan Harrison, comenzó ahí un periplo por los quirófanos que terminó en calvario.

En los nueve años siguientes se operaría de la cadera dos veces, del hombro, la muñeca, el aductor y, de nuevo, el fémur. Un comienzo de carrera aciago tras un esperanzador debut en el circuito ITF con 13 años, en 2008. Pero Harrison no tiró la toalla y su suerte empezó a cambiar a finales del año pasado, cuando consiguió meterse por primera vez entre los 200 mejores del mundo.

Y con el cambio de año, el de Louisiana va a más. En Delray Beach, no muy lejos de su casa, ya suma cuatro victorias seguidas y se ha plantado en cuartos tras tumbar a todo un número 22 de la ATP como el chileno Christian Garín (7-6 (3) y 6-2). Otro chileno, Barrios, su compatriota Khang y el argentino Etcheverry fueron sus víctimas anteriores.

Ahora el estadounidense, que a sus 26 años aún tiene carrera por delante, va a intentar romper otro techo consiguiendo el pase a semifinales. El escollo será un italiano, el 101 del mundo Gianluca Mager, que viene de apear precisamente a su hermano Ryan y después a Sam Querrey.