TENIS | VIENA

El torneo de Viena, descontento con la actitud de Djokovic

Herwig Straka, director del ATP 500 de Viena, dijo que las declaraciones de Djokovic tras perder por 6-2 y 6-1 contra Sonego en cuartos fueron "innecesarias".

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El torneo de Viena, descontento con la actitud de Djokovic
GEORG HOCHMUTH AFP

Novak Djokovic se despidió quizá antes de lo previsto la semana pasada del torneo de Viena. El número uno del mundo cayó por un contundente 6-2 y 6-1 en cuartos de final contra el italiano repescado de la previa Lorenzo Sonego, que a la postre fue finalista (perdió el título contra Rublev). Al serbio sólo le hacían falta dos victorias para cerrar 2020 como número uno del mundo y conseguir ese hito por sexta vez en su carrera para igualar el récord del legendario Pete Sampras y las logró ante Krajinovic y Coric. Cuando perdió contra Sonego dijo que había obtenido lo que necesitaba en el torneo: "Hice lo que tenía que hacer y por lo que vine aquí. Sigo adelante y no tengo ningún problema con el resultado. Miro al siguiente capítulo".

Esta frase no gustó nada al director del Erste Open y mánager de Dominic Thiem, Herwig Straka: "Encuentro estas declaraciones innecesarias. Incluso si lo cree, no es algo que se deba decir en ninguna conferencia de prensa", explicó el dirigente al medio austriaco Der Standar, que antes del inicio de la competición se había mostrado entusiasmado por la presencia del balcánico, e incluso llegó a decir que este tenía la oportunidad de sumar "500 puntos gratis". Straka ya había atacado al menos una vez por su Adria Tour, en el que participó Thiem: "Todos saben que fue una estupidez y ninguna disculpa pública ayuda. El único que tiene que disculparse es Djokovic porque organizó todo. Los demás jugadores estaban allí, no mataron a nadie"

El hecho es el que Djokovic trató de disculpar en esa rueda de prensa su decepcionante actuación. Nole reconoció que salió a la pista muy afectado por el fallecimiento de Amfilohije Radovic el pasado viernes, metropolitano de Montenegro y el Litoral y una figura muy representativa en la Iglesia Ortodoxa Serbia. "Para ser honestos, no me apetecía jugar. Esta triste noticia tuvo un efecto negativo en mí, pero no hasta el límite de no poder jugar", dijo, palabras que no convencieron a Straka.