En los últimos años, Novak Djokovic ha sacado a relucir públicamente su lado más espiritual, además de religioso. No es nada habitual ver al de Belgrado caer tan estrepitósamente como lo hizo en los pasados cuartos de final del ATP 500 de Viena ante Lorenzo Sonego (nº 42), ganando sólo tres juegos (6-2 y 6-1) en una de las peores derrotas de su brillante carrera deportiva. Y para el número 1 del mundo tuvo una explicación muy clara.

Novak Djokovic

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Tal y como recoge Eurosport, Nole reconoció al término del encuentro que salió a pista muy afectado por el fallecimiento de Amfilohije Radovic el pasado viernes, metropolitano de Montenegro y el Litoral y una figura muy representativa en la Iglesia Ortodoxa Serbia. "Para ser honestos, no me apetecía jugar. Esta triste noticia tuvo un efecto negativo en mí, pero no hasta el límite de no poder jugar. Vine a Viena con un objetivo y lo logré, pero es lo que hay", analizó el serbio, que pese a todo se marchó del torneo con los deberes hechos al asegurarse el número 1 del ranking hasta final de año.

Horas más tarde de la dura derrota, Djokovic rindió su particular homenaje a Radovic en Instagram: "Es un día muy triste. Tuve el privilegio y el honor de conocerlo, pasar tiempo con él y sentir la preciosa energía que poseía. Aunque ya no está físicamente con nosotros, estoy seguro de que su espíritu seguirá entre nosotros durante mucho tiempo. Volveré a Serbia y tendré una buena preparación de cara a Londres para terminar fuerte la temporada". Quizá lo consiga en el torneo de Maestros a modo de dedicatoria.