Serena Williams, campeona de 23 títulos de Grand Slam, es la protagonista de la portada de la edición británica de la Revista Vogue del mes de noviembre. A sus 39 años, Serena es toda una referente tanto dentro como fuera de las pistas, donde se ha convertido en una de las grandes figuras en la lucha contra el racismo, además de denunciar que se ha sentido "mal pagada" e "infravalorada" durante años por el hecho de ser una mujer negra.

En el adelanto de la entrevista en Vogue Serena manifiesta que siempre se ha sentido contenta con cómo es. "Nunca he sido una persona que pensara 'me gustaría ser de un color diferente' o 'quisiera que mi tono de piel fuera más claro. Me gusta quién soy, cómo me veo y me encanta representar a las mujeres negras. Para mí es perfecto. No lo querría de otra manera".

Serena habló sobre la imagen corporal y la diferencia de físico con su hermana Venus. "Cuando era pequeña había otros estereotipos. Venus se parecía más a lo que era aceptable: tenía unas piernas increíblemente largas y era muy delgada. No veía en la tele a personas como yo, que éramos más gruesas. No era una imagen positiva del cuerpo. Era otra época. Es muy emocionante que este cuerpo me lo haya dado todo a lo largo de mi carrera, y estoy muy agradecida por ello. Desearía haberlo agradecido antes y el círculo se cierra cuando veo a mi hija".

Williams también habló sobre los episodios de racismo que se han sucedido en Estados Unidos en los últimos meses y denuncia que la gente está viendo ahora estos episodios que se llevan repitiendo desde hace muchos años. "Ahora, como gente negra, tenemos voz y las tecnologías ha sido gran parte de esto. Vemos cosas que se han escondido durante años. Cosas que hemos tenido que pasar. Ha estado ocurriendo durante años pero antes la gente no podía sacar sus teléfonos y grabarlo. A finales de mayo (tras la muerte de George Floyd), hubo mucha gente blanca que me escribió para decirme 'lo siento mucho por todo lo que has pasado'. Creo que por un minuto empezaron a ver lo que pasaba. No a entenderlo, porque no pienso que lo hayan entendido. Era como, vale, ¿no lo habías visto antes? He hablado sobre esto durante toda mi carrera. Una vez tras otra".

Williams espera que su ejemplo ayude a que las mujeres a alcanzar grandes posiciones en el futuro, al tiempo que recalcó que no se va a dejar influenciar por nadie. "El tenis es un pequeño juego dentro de todas las cosas. En la sociedad a las mujeres no se les enseña o se espera que sean futuras líderes o CEO. Esto tiene que cambiar. Quizá no llegue a tiempo para mí, pero alguien en mi posición puede mostrar que las mujeres tenemos voz porque Dios sabe que uso la mía. Me encanta ayudar a la gente y apoyar a las mujeres. Ser la voz que millones de personas no tienen. Nunca he sido como nadie en mi vida y no voy a empezar a serlo ahora".