Dominic Thiem, uno de los jugadores que empezó el 2019 en mejor forma, finalista en el Abierto de Australia, donde fue derrotado sólo por Novak Djokovic, logró volver a Austria para pasar el periodo de confinamiento con su familia después de la suspensión de la gira estadounidense de pista rápida por la pandemia del coronavirus. Desde su hogar, reflexiona sobre el parón del tenis en una entrevista para la web de Red Bull. “Ahora hay cosas más importantes que el circuito y que cualquier otra cosa. Se trata de la salud de las personas”.

Thiem, que pasa el tiempo con su hermano, sus padres y su perro, no oculta que la situación le afecta bastante en el aspecto mental y deportivo: “Por supuesto, tiene un gran impacto en el resto de la temporada, como para todos los demás. Habrá que adaptarse. Tenemos que esperar y ver cuándo comienza esto de nuevo. Luego, mi equipo y yo veremos cómo podemos prepararnos de manera óptima y planificar el resto del curso”. “Esto ha sido como pasar de ¡de 100 a 0! Desde 'todas las semanas de viaje' hasta 'solo en casa'”, comenta sobre la actual coyuntura”.

El austriaco de 26 años y número 3 del mundo echa de menos “especialmente la vida social normal. Que puedas salir y hacer lo que quieras”. “Me estoy perdiendo eso. Y, por supuesto, no puedo hacer mi trabajo en este momento”. Mientras, se levanta “relativamente mucho” cada día, se entrena y corre “hasta las cinco o seis de la tarde”. Después, al sofá, “con la tele y la PlayStation”. “Jugar al FIFA 20 en casa es mi actividad favorita. Somos 14 amigos y jugamos online. Cada uno controla a un jugador. Todos estamos conectados por los auriculares. Es muy divertido”, comenta antes de expresar el deseo de que salgan cosas buenas de esta pandemia: “Espero que la sociedad aprenda. Y que lleguemos a la conclusión de que demasiada globalización, si todo se vuelve demasiado grande y rápido, no es buena. Ni para el planeta, ni para las personas ni para el medioambiente. Espero que en el futuro todo se nivele”.