Bautista y la muerte de sus padres: "Luché duro para hacer que su esfuerzo valiera la pena”
Roberto Bautista habla con emoción sobre la tragedia de peder a sus dos progenitores en apenas un año: "Es difícil de entender, pero esa situación me hizo más fuerte y poderoso".
Roberto Bautista participó esta semana en el blog de tenis Behind the Racquet, donde los y las tenistas tanto de la ATP como de la WTA escriben sobre temas en la mayoría de los casos personales, y cuentan cosas que van más allá de lo que por lo general suelen expresar cuando atienden a los medios de comunicación durante los torneos. En este caso, el castellonense centró sus reflexiones en la tragedia de la muerte de sus padres, Ester y Joaquín, en poco más de un año, entre mayo de 2018 y noviembre de 2019.
Su madre tenía 52 años cuando falleció de manera "totalmente inesperada" cuando dormía, según cuenta el número 12 del mundo. Dos años antes, Joaquín había sufrido una parálisis a causa de un accidente "mientras limpiaba los establos" de la finca del tenista, muy aficionado a los caballos. "Ella estuvo sometida a mucho estrés para cuidar de mi padre, que dormía en la habitación de al lado cuando mi madre murió". "Fueron cuatro años increíblemente duros. Él se quedó tetrapléjico, sin movilidad de cuello para abajo y con un respirador artificial. Le ayudan dos personas además de mi madre, con atención constante las 24 horas del día", relata con crudeza y con más emoción y sinceridad que nunca Bautista.
"Para mí no fue fácil, porque tenía que entrenar y luego ir a ver a mi padre al hospital o a casa, sin tiempo para descansar. Tenía que seguir jugando para ayudarles a costear los caros tratamientos que necesitaba", continúa. "Además, ellos querían que yo cumpliera mis sueños sin importar la situación. Entonces jugué y luché más duro que nunca. Fue mi manera de hacer que su esfuerzo valiera la pena. Durante ese tiempo tan horrible es cuando jugué mi mejor tenis. estoy seguro de que la gente no lo entenderá. Me ocupaba de mi familia, pero no podía tirar por la borda todo el trabajo de toda mi vida. Tenía que seguir haciéndolo con más fuerza", cuenta el tenista de 31 años, que pudo pasar con su padre "sus últimos minutos" en plena celebración de las Finales de la Copa Davis, cuando tuvo que volver a Castellón y ver morir a su progenitor.
Después volvió y ganó su partido de individuales de la gran final ante el canadiense Felix Auger-Aliassime. "Esos momentos más duro me hicieron más fuerte y poderoso. Me dieron la fuerza que otros no tienen. A veces no tenía ganas de jugar ni de viajar, pero pasar por aquello me hizo ser quien soy, más concentrado y motivado. Hice todo lo que pude para luchar duro en la pista y demostrarles a mis padres que su arduo trabajo había merecido la pena", concluye Bautista.