Los tenistas de la previa critican la actitud del Open de Australia ante el humo que envuelve Melbourne. El canadiense Schnur pide más implicación a Nadal y Federer.
"Es como fumarse un cigarro", resume Brayden Schnur la complicada situación que se vive estos días en la previa del Open de Australia. "Sientes la garganta superseca", añade el canadiense, 103 del mundo de 24 años, en declaraciones a Associated Press Australia tras batir al austriaco Ofner el miércoles.
Habla de los efectos del humo que, procedente de los incendios que castigan desde septiembre de 2019 diversas partes de Australia, ha cubierto estos días Melbourne, capital del estado de Victoria (en el que se ha declarado ya el 'estado de desastre' tras quemarse más de un millón de hectáreas, miles de animales y morir cinco personas) y sede del primer Grand Slam del año. Si el martes ya se vieron imágenes preocupantes, como las del ataque de tos de Dalila Jakupovic o la retirada de Maria Sharapova congestionada y con la cara roja en una exhibición en el cercano Kooyong Stadium, este miércoles la nube tóxica obligó a retrasar de nuevo toda la actividad en Melbourne Park.