Bautista pierde ante De Miñaur y se queda sin Masters

Parece claro que a Roberto Bautista se la ha hecho muy larga la temporada. El castellonense, aún número diez del mundo, un puesto que alcanzó por primera vez en su carrera este mismo año, ha desperdiciado todas las oportunidades que se le habían presentado para jugar las ATP Finals de Londres, el torneo de Maestros que se celebrará en la capital inglesa del 10 al 17 de noviembre. La última, en el Masters 1.000 de París-Bercy, donde cayó este miércoles ante el australiano de 20 años y 18º del ranking, Alex de Miñaur. El joven de ascendencia española, que se le escapó en su día a la RFET, venció en dos desempates (7-6 (2) y 7-6 (1) en 2h:19) a Bautista, que ya no podrá alcanzar ni a Zverev, séptimo en la Race, ni a Berrettini, octavo.

Las opciones de Roberto para estar en el Masters pasan por acudir como primer reserva por si hay alguna baja, aunque el francés Gael Monfils, que venció a su compatriota Paire (6-4 y 7-6 (4)), podría relegarle al décimo puesto si alcanza las semifinales del torneo parisino. También, aunque con menos opciones, están Schwartzman, Wawrinka y el propio De Miñaur.

Lo que le ha sucedido a Bautista parece un calco de lo que le pasó en 2017 a Pablo Carreño, que llegó al último tramo del curso en puesto de Masters y se quedó fuera tras una mala racha de resultados, aunque después jugó en Londres por la baja de Nadal (perdió los dos partidos de la fase de grupos). Roberto no ha tenido fortuna desde que cayera en primera ronda del US Open contra Kukushkin, un resultado que le hizo daño. Después llegó a las semifinales de Zhuhai, de las que le apeó De Miñaur en el primer enfrentamiento entre ambos. En Pekín se despidió en su estreno contra Querrey y en Shanghái no pasó de octavos al caer ante Berrettini, entonces rival directo por el Masters. Antes de París, la semana pasada perdió en cuartos de Basilea frente a Opelka.

Sin suerte

Este miércoles contra de Miñaur, Bautista arrancó bien, con punto de quiebre en el primer juego. Pero no lo convirtió y ya no pudo meterle mano al tenis del aussie, que se le atraganta porque es la horma de su zapato: un jugador rápido, sólido desde el fondo, que no da una bola por perdida y contraataca muy bien. El desempate lo jugó mal el español, que tuvo una ocasión de oro para igualar el partido en el segundo parcial, cuando sacó con 5-3 a su favor. Luego, al resto, tuvo dos bolas de set que se le escaparon y en el tie-break volvió a fallar. Con un enfado que pocas veces se le ve, Bautista lanzó la raqueta contra el suelo. No era para menos, se acababa de quedar fuera de la final de los ocho mejores de la temporada. Una pena que no empaña una gran temporada en la que fue semifinalista en Australia y en Wimbledon.

Cuadro y resultados del Masters 1.000 de París.