La cuesta abajo de Garbiñe Muguruza es cada vez más pronunciada. La doble campeona de Grand Slam (Roland Garros 2016 y Wimbledon 2017) cayó frente a la taiwanesa Su-Wei Hsieh por 6-3, 6-7 (1) y 1-6 en dos horas de partido en el Toray Pan Pacific Open de Osaka (Japón). La cuarta derrota seguida en primera ronda tras las de Wimbledon, Cincinnati y US Open. La española no gana un partido desde el pasado 31 de mayo, cuando derrotó en la tercera ronda de Roland Garros a Elina Svitolina. Demasiado tiempo perdida.

Muguruza (26ª del ranking ahora) dispuso de una bola de partido ante la taiwanesa (33 años y 33ª) en el segundo set, que no aprovechó. La ex número uno del mundo tiene programado ahora continuar su gira por Asia en Wuhan, Pekín y Hong Kong.

La de Caracas prescindió de su entrenador, Sam Sumyk, después de caer en Wimbledon. En el US Open se unió a ella, como apoyo, Anabel Medina. La capitana de Copa Davis, y que entrenó a Jelena Ostapenko (campeona de Roland Garros 2017), intenta reconducir su rumbo a la espera de la contratación de un nuevo técnico. Antes de viajar hacia Asia, Garbiñe estuvo preparándose en Valencia, donde compartió alguna sesión con David Ferrer.

“Doy problemas a todas las chicas. Necesito jugar más partidos, pero lo que estoy haciendo bien es competir”, expresó Muguruza en el US Open tras despedirse frente a Alison Riske. El caso es que las cuatro últimas derrotas fueron contra tenistas con peor ranking. “No tengo prisas en buscar entrenador. Es importante elegir bien”, dijo entonces.

El mejor resultado de Muguruza esta campaña fue la final de Monterrey, en la que se proclamó campeona tras la retirada por lesión de Victoria Azarenka. Y sus resultados en los Grand Slams, los que más puntos aportan para el ranking, demasiado flojos. Dos primeras rondas y dos octavos de final. No hay luz en el túnel.