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US OPEN

El Gigante contra el Peque

Tras vencer a Cilic en una noche mágica, Rafa Nadal se enfrenta hoy al argentino Diego Schwartzman por una plaza en las semifinales del US Open.

Nueva York
El Gigante contra el Peque
DOMINICK REUTERAFP

Los ecos de una noche mágica, en la que Rafa Nadal encandiló al público de Nueva York con una de esas actuaciones que tan bien encajan en la idiosincrasia del US Open, resonaban aún en la Arthur Ashe cuando el balear se entrenaba para preparar su partido de cuartos de final contra Diego Schwartzman, que se jugará en la sesión nocturna de hoy, sobre las 03:00 hora española. El Gigante, ganador de 18 Grand Slams, contra el Peque, como llaman al argentino por su estatura (1,70, el más bajo del top-100), que afronta el duelo con un duro balance en contra: 7-0.

Nadal apareció en la pista 1, en la que habitualmente trabaja, junto a sus entrenadores, Carlos Moyá y Francis Roig, aparentemente fresco tras remontar y destrozar a Marin Cilic con un parcial de 11-2 entre el tercer y el cuarto set (6-3, 3-6, 6-1 y 6-2). En una hora y pico de maravilloso tenis, Nadal regaló al público tres puntos antológicos: en el cuarto juego de la tercera manga, un smash de espaldas tras devolver una dejada y un golpe ganador de revés cruzado después de rechazar dos remates fallidos del croata; y en el que cerró el partido, un winner de drive por fuera de la red que clavó en la línea. Posiblemente, uno de los mejores de su carrera, aplaudido durante más de un minuto, aunque él no le dio mucha importancia: “Es fácil de explicar y muy difícil de hacer”, bromeó. “He vivido muchos momentos en este torneo, y estos no los colocaría entre los más intensos. El cuarto juego del tercer set sí fue importante y lo cambió todo El penúltimo golpe fue especial y emocionante, y me dio un punto de partido, pero ya lo tenía casi ganado”, explicó. Roig opinaba ayer como su pupilo: “Fue una sensación de adrenalina alta, de Rafa en estado puro, un punto bonito para la galería y un final espectacular. Pero no deja de ser una anécdota”.

El caso es que Nadal conectó al máximo con los espectadores, absolutamente entregados a su figura en un partido en el que sacó mejor que un especialista como Cilic, con 11 aces, un 83% de puntos ganados con su primer servicio y una velocidad mayor (159 km/h de media) en los segundos, precisamente el aspecto con el que tanto el tenista como sus entrenadores están más contentos.

“He mejorado, pero sobre todo en la velocidad de los segundos. Ahora no siento que me ataquen con ellos y no me da miedo fallar primeros. Saco muchos puntos gratis así”, argumenta Nadal. Roig está de acuerdo: “Contra Cilic hizo seis dobles faltas y le dijimos que no estaba nada mal. En un partido a cuatro sets en el US Open, tirando el segundo saque a la velocidad que lo había hecho, está bastante bien. Fue una doble y media por set contra un rival que le agobiaba al resto. El segundo saque de Rafa está por encima ahora del primero, a nivel de confianza. Es muy importante en estas pistas”. El técnico razona los motivos: “Es un tema mental. Si sacas a una media de 145 km/h y tienes que subir a 165, lo que hace a veces ahora, no puedes conseguirlo en dos días. Es mucha diferencia de velocidad y no hay que tener miedo a hacer dobles faltas. Él lo ha mecanizado, es más dinámico ahora y mueve mejor el cuerpo en el aire. No juega tanto a meter sino a generar más fuerza, no sólo en el brazo, sino en todo el cuerpo. La transición lleva tiempo, para sentirse en control del movimiento. Él lo ha tenido y yo diría que lo que mejor está haciendo es el segundo saque”.

Nadal, que se cruzó con Schwartzman, buen amigo suyo, después de su entrenamiento, justo cuando empezaba el del bonaerense, es el mejor de los que quedaban ayer en competición en primeros no restados (51%), puntos logrados en ellos (83%) y servicios ganados (95%). Y segundo en tantos con segundos (57%), superado solo por Dimitrov (61%).