Garbiñe Muguruza anunció este martes el fin de su relación contractual con el entrenador francés Sam Sumyk, tan sólo unos días después de caer eliminada en primera ronda en Wimbledon. Muguruza hizo oficial el anuncio con dos mensajes en las redes sociales, en castellano y en inglés. "Unas palabras para anunciar el fin de una extraordinaria aventura. 2 Grand Slam y N1 mundial. Más que agradecida por estos 4 años. Gracias Sam". Esta decisión de Muguruza llega después de que la tenista hispano-venezolana anunciase que se tomaría un descanso para recuperar las ganas de jugar tras caer prematuramente en el major londinense ante la brasileña Beatriz Haddad Maia (121ª del  mundo). En principio, tiene previsto jugar en San José (California), del 29 de julio al 4 de agosto. 

Sumyk dirigió a Garbiñe desde septiembre de 2015, justo antes del US Open cuando la jugadora prescindió de Alejo Mancisidor, el entrenador con el que comenzó a despuntar en su carrera, llegando a las finales de Wimbledon, Wuhan y Florianápolis, y al título en Hobart, todo en su último año. Con el francés, Muguruza ganó sus otros seis trofeos, entre ellos Roland Garros en 2016 y Wimbledon en 2017 (aunque Sam se ausentó por un asunto familiar y fue cubierto por Conchita Martínez), y alcanzó otra final (Doha en 2018). Además, se convirtió en número uno del mundo el 11 de septiembre de 2017, puesto que ocupó durante cuatro semanas. Sumyk, que había entrenado antes a la mediática Eugenie Bouchard, a Victoria Azarenka y a Vera Zvonareva, fue elegido por IMG, la empresa que representa a Garbiñe.

En su trayectoria juntos, los éxitos se combinaron con algunos fracasos sonados en Grand Slams, aunque lo peor fueron los desencuentros públicos que tuvieron en torneos donde se permite el coaching (dirección en la pista), llegando incluso al insulto ("Que te jodan", le dijo el técnico en el Masters B de Zhuhai). Muguruza siempre sorteó las preguntas que se le hicieron sobre la conveniencia de un cambio de dirección técnica y tras caer en el Abierto de Australia este mismo año dijo que tenía "fe ciega" en su equipo. Una confianza que por lo visto ya ha perdido. Ahora tendrá que buscar entrenador... o entrenadora. Conchita Martínez, con quien ganó Wimbledon, está ahora con la checa Karolina Pliskova; y Anabel Medina apoyó a la española días atrás en Wimbledon como capitana de Copa Federación.