Muguruza toca fondo
Muguruza perdió en primera ronda de un Grand Slam por primera vez desde el US Open de 2014. La brasileña Haddad Maia desarmó a la española, que se mostró desesperada.
Ya puede decirse que Garbiñe Muguruza ha tocado fondo. No carburaba desde que fue campeona precisamente en Wimbledon hace dos años (unos meses después llegó a ser número uno), pero no había caído tan pronto en un Grand Slam desde el US Open de 2014, cuando también se despidió en primera ronda. Este martes lo hizo de nuevo en el major londinense con una derrota lamentable (doble 6-4 en 90 minutos) ante Beatriz Haddad Maia, brasileña 23 años y 101ª del mundo, sin títulos en su palmarés ni nada que la haga especial, y que, además, venía de jugar la previa.
Desesperada durante gran parte del partido (casi le da un pelotazo accidentalmente a un recogepelotas), cabeceando porque no le salía nada, Garbiñe se resquebrajó en el mismo momento de los dos sets, en el décimo juego cuando sacaba para igualar a cinco. No falló más de la cuenta ni hizo nada horrible para perder en dos sets, pero no encontró la forma de inquietar a una rival inferior a la que sólo puedo quebrar en el inicio del partido. Se diría que en el circuito las jugadoras conocen la debilidad mental de Muguruza cuando las cosas no le funcionan y aguantan a la defensiva para aprovechar la ansiedad que le invade y tomar ventaja anímica y tenística. Viendo sus partidos, uno ya sabe por dónde van a ir los tiros solo con ver la expresión de su cara.