Nadal y el bálsamo de la tierra
Llega a su decimosexta participación en el Principado, donde persigue su 12º título. Acredita un 94,1% de victorias. Como en 2018, pretende tomar impulso tras la lesión.
Se respira la primavera en el Monte Carlo Country Club, con torneo que echa a andar este domingo con primeras rondas y previa, entre ellas un Albert Ramos-Federico Delbonis (12:00). Llega la tierra y, como un déjà vu, Rafa Nadal y la posibilidad de seguir aumentando récords en una superficie en la que se ha convertido en tirano. El viernes pisó de nuevo la arcilla monegasca y presidió un sorteo tras el que supo que puede encontrarse de salida a Roberto Bautista (verdugo por dos veces de Novak Djokovic este año) y que por su lado no están Thiem ni Tsitsipas, pero sí Shapovalov, Wawrinka, Cilic, Zverev o Nishikori hasta desembocar en una hipotética final contra el número uno serbio. Roger Federer sigue agazapado. Cortará sus tres años de alergia a la arcilla en Madrid.
Nadal arrancará, casi seguro el miércoles, ya en segunda ronda, después de retirarse en Indian Wells el 16 marzo por la recurrente tendinopatía que afecta a su rodilla derecha. Apurará para poder entrenarse más y reducir riesgos. Por un lado, la duda de cómo estará su articulación tras un mes KO. De otro, el bálsamo que supone Montecarlo para él, el torneo donde en 2003 se presentó al mundo ganando al número 7 Albert Costa y donde va a por su decimosexta participación (más que en cualquier otro) y a por su duodécimo título. "Este ha sido siempre un lugar especial para mí, donde vi a todos los campeones cuando era niño y siempre fue un sueño jugarlo. Además soy de una isla y tener al Mediterráneo detrás es algo que disfruto”, dijo con una sonrisa.
En Montecarlo acredita un 94,1% de victorias. Sólo ha perdido dos veces contra Djokovic (final de 2013 y semifinales de 2015), una con Coria (tercera ronda de 2003) y otra con Ferrer (cuartos en 2014). "Poder empezar bien significaría mucho. Ha sido un comienzo de temporada difícil, en el que he pasado por momentos duros, pero el único camino es seguir adelante, con pasión y levantándome cada día para intentar mejorar”, avisa.
El año pasado, en Australia sufrió una lesión en el psoas ilíaco y volvió en la Davis en Valencia con dos victorias la semana previa a Montecarlo, donde ganó y después levantó también los trofeos del Godó, Roma y Roland Garros. La tierra para volver a coger impulso.