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US OPEN

El reloj de cuenta atrás para sacar acelera el US Open

Hay 25 segundos de límite y el juez de silla puede avisar y castigar. Dos relojes situados en ambos fondos de la cancha marcan la cuenta atrás.

Actualizado a
El reloj de cuenta atrás para sacar acelera el US Open
USA TODAY Sports

El saque, esa suerte que para muchos tenistas es un ritual sagrado, está siendo más controlado que nunca por los jueces de silla en el US Open, el primer Grand Slam que adopta la renovada regla Shot Clock que limita a 25 segundos el tiempo para ejecutar un servicio. Ya existía desde 2013 y los árbitros podían avisar a los jugadores si interpretaban que se demoraban demasiado. Pero ahora, dos relojes situados en ambos fondos de la cancha, a la vista de tenistas, jueces y espectadores, marcan la cuenta atrás.

El incumplimiento se castiga con un aviso la primera vez y con la perdida de un servicio o un punto, si el culpable es el restador, la segunda. Ahora bien, la sanción no es automática ni tan estricta como cabría esperar. El árbitro sigue teniendo la potestad de interpretar las situaciones en las que se sobrepasa el límite. El pasado lunes, David Ferrer se excedió un par de veces porque se le escapó la bola al lanzarla para sacar, pidió disculpas y no fue amonestado.
Nunca llueve a gusto de todos, y esta cuenta atrás forzada, más la complementaria de siete minutos de salida, calentamiento e inicio del juego, ha sido recibida con división de opiniones. Rafa Nadal es uno de los más perjudicados. Por todos es conocida su rutina a la hora de sacar, con limpieza de líneas, tironcito al pantalón, y toques en la nariz y en las cejas mientras bota la pelota cinco o seis veces y luego otras cuatro antes de ejecutar. A él le ha costado dinero y a sus rivales, desesperación.

Ahora se ha propuesto “hacerlo más rápido”. “Tengo que aceptarlo”, dice el balear sobre una iniciativa que fue probada en la fase previa del US Open el año pasado, que se descartó en Australia y que funcionó ya en los torneos de la reciente gira americana. Nadal padeció el reloj en Toronto, aunque no le impidió llevarse el título. “No me gusta. Los partidos que han pasado a la historia no han durado una hora y media. La gente disfruta con los intercambios largos y tras uno de ellos no puedes estar preparado para jugar otro punto igual en 25 segundos”, explica entonces Nadal.

Djokovic, en contra

Otro jugador famoso por alargar sus saques (suele dar más de 15 botes a la bola) es Djokovic y está enfadado: “El US Open ha introducido esta medida sin consultar a los jugadores, lo cual no es agradable. Con unas condiciones de calor tan brutales como las que vivimos en Nueva York, no me extraña que los compañeros se quejen”. A Federer, que tarda 10 segundos en servir, sin embargo la regla le parece “estresante”, y a otros tenistas, como Garbiñe Muguruza, no les molesta: “Lo llevo de forma muy normal, pero entiendo la preocupación”. La WTA se lo toma con humor y en un vídeo bromea con la lentitud de Kvitova, a quien se ve metiendo dinero en un sobre para pagar las multas.