Serena Williams también puede con Mladenovic y apunta alto

Lo de Serena Williams en Wimbledon toma ya tintes de resurrección épica. Tras ganar en Australia el año pasado, decidió parar para ser madre, y más de un año después, hace unos días, se fogueó en Roland Garros, donde ya ilusionó aunque tuvo que abandonar antes de jugar su partido de octavos contra Maria Sharapova por unas molestias en el pectoral derecho. Sobre la hierba del All England Tennis Club, la reina del tenis, siete veces campeona, reverdece viejos laureles.

En la tercera ronda se le presentaba su primer test realmente serio y lo ha pasado con nota para ganar a la francesa Kristina Mladenovic, que parecía haber recuperado su mejor nivel en Londres. Lo hizo, además, de dos sets, aunque ambos fueron muy disputados (7-5 y 7-6 (2)), lo que dice mucho de su fortaleza mental y de su mejorado estado físico. Incluso fue capaz de levantar un 5-4 con servicio para la gala en la primera manga.

Con menos sobrepeso y más agilidad, Serena se mueve otra vez como una pantera por el pasto y sube más a la red. Llega mejor a la pelota y cuando lo hace en condiciones, descarga su furia con la derecha. Otras veces, ejecuta con suavidad, clase, ángulo y precisión (11 errores no forzados) Y ojo con el saque, que cada vez le funciona mejor. En este partido, 13 aces.

"Estoy realmente feliz, mi segundo Grand Slam serio está yendo muy bien. He trabajado realmente fuerte y he hecho las cosas bien para poder continuar jugando. Técnicamente no soy una jugadora top y tengo que enfrentarme a rivales que lo son", dice Williams, que en octavos no tendrá que hacerlo, porque se lo ha ahorrado Rodina al eliminar a la 10ª cabeza de serie, Madison Keys. La Reina de Wakanda cada vez está más cerca de su octava copa en Wimbledon para superar a Steffi Graf, y de su 24º grande, para empatar con la legendaria Margaret Court.