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Stefanos Tsitsipas: El jugador que renació en el mar Egeo

Hace tres años su padre le salvó de perecer ahogado en el mar Egeo, un momento que no olvidará en su vida y que ha marcado su resistencia en las pistas.

Barcelona
Stefanos Tsitsipas: El jugador que renació en el mar Egeo
Alex CaparrosGetty Images

El griego Stefanos Tsitsipas tiene 19 años y ya es uno de los nombres punteros de la llamada 'Nex Generation' del tenis mundial en un país donde el tenis no tiene tradición y hasta su llegada Konstantinos Economidis, que alcanzó al 112 del ranking mundial era la referencia en Grecia. Ahorá él es ya el número 63 y se ha colocado en la final del Barcelona Open Banc Sabadell sin perder un solo set.

 Y tampoco ha perdido un set en su partido de hoy frente al español Pablo Carreño para colocarse en la final, siendo el jugador más joven en lograrlo desde que Rafa Nadal lo hiciese en 2005, con 18 años, ganando la final de ese año a Juan Carlos Ferrero.

"Siempre pienso en positivo juegue contra quien juegue, incluso si fuera Nadal. Sería increíble jugar ahora contra él. Si sucede, probablemente sería uno de los mejores días de mi vida. Además, no tendría nada que perder", ha comentado.

"Ahora lo es más que  antes, pero el tenis no es muy popular en Grecia. Es un país que se concentra más en los deportes de equipo y no hay muchas ayudas por parte de la federación. Desde los inicios mejoras por ti mismo, sin ayudas de nadie y por eso no hay muchos jugadores que se arriesguen a salir fuera", ha explicado Stefanos.

Grecia ha seguido representando un tercer mundo del tenis, sin jugadores de capaces de entrar entre los 100 mejores hasta la llegada de Tsitsipas.

Nacido Vouliagmeni, una localidad turística al sur de Atenas donde sus padres ejercían de entrenadores en un complejo deportivo y empezó practicar tenis con tres años, incluso estuvo en la maxi-academia de Patrick Mouratoglou, cerca de Niza, lo fue un paso adelante en su carrera. La vida no es solo un recurso, o el ambiente tierno del Glyfada Tennis Club, donde ha crecido. Stefanos entendió eso.

La persona más importante en su vida de tenis, sin embargo, sigue siendo su padre, Apostolos. No se puede hablar de Tsitsipas sin contar la figura del padre y entrenador. Apostolos Tsitsipas jugó tenis en los Estados Unidos, a nivel universitario. De vuelta en Grecia, fue profesor de educación física y enseñó tenis en el complejo cerca de su casa.

Su otro apoyo es su madre, la ex jugadora rusa Julia Salnikova (ahora Julia Apostoli). Nacida en Moscú es hija del futbolista y entrenador ruso Sergei Salnikov . Su padre fue miembro del equipo soviético que ganó una medalla de oro en los Juegos Olímpicos de 1956 en Melbourne (Australia), jugador y entrenador del Spartak de Moscú.

Julia, licenciada en periodiamo, es una persona discreta, pero omnipresente. ya que Tsitsipas viaja a cada torneo con su familia: padre-entrenador, madre y sus hermanos menores (Elisavet y sus hermanos, Petros y Pavlos).

El padre está omnipresente, lo sigue como una sombra, en todas partes. "Hay muchas personas a mi alrededor, pero nadie me presiona. Esto me hace darme cuenta de lo afortunado que soy".

Su padre le salvó la vida en el mar Egeo

Y precisamente su padre fue el gran protagonista en un momento crítico de su vida. Y así lo comenta en un vídeo de la ATP:  "Estaba jugando un torneo Futures en Heraklion, capital de la isla de Creta, teníamos el día libre y nos fuimos al mar, pero no nos dimos cuenta de que las condiciones eran difíciles para nadar. Aún así nos metimos con un par de amigos y la corriente nos llevó unos cin o seis metros mar adentro y, sin darme cuenta porque todo pasó muy rápido y sentí que las olas me pasaban por encima y que me estba ahogando".

 "Ha sido la única vez en mi vida que he sentido que en pocos segundos me moría y tuve esa sensación de que todo se acababa, pero mi padre, que estaba en la orilla se lanzó al agua, llegó hasta mí y tiro con fuerza hacia afuera y me llevó a una roca. Allí me puso de pie y pude respirar un poco. Poco a poco volvimos a la playa. Allí entendí hasta qué punto estaba uno a él", concluyo Tstsipas.