Nadal, frente a Nishikori por seguir haciendo historia

Más, y más, y más. Es la historia de Rafa Nadal sobre tierra. Inagotable y sin límite. Porque este domingo jugará (14:30, Movistar Deportes 2) por su undécimo título en Montecarlo. Una cifra que nadie ha alcanzado en la Era Open y que supondría batir el récord que ya fijó él el año pasado con diez coronas en el Principado, el Godó y París.

El número uno, que sostendrá esa condición frente a Roger Federer de ganar la final, destrozó a otro tenista top, Grigor Dimitrov, por 6-4 y 6-1 en 1h:32, y se medirá a Kei Nishikori, que tuvo que estar 2h:13 en pista para batir a Alexander Zverev por 3-6, 6-3 y 6-4. 

Un gesto de Nadal denotó su voracidad. Nada más cerrar el partido, cogió su móvil y envió un mensaje a Carlos Moyá, que se echaba la mano a la cara en su box un tanto sorprendido. Le acababa de decir que, antes de pasar por rueda de prensa, quería meterse en otra pista para 'limpiar' su drive. No iba a plantarse en la final con una mala sensación de golpeo. El drive es el termómetro de su éxito y lo quiere fino.

El búlgaro, que partía con el lastre de un 10-1 en el cara a cara previo, es el número cinco del mundo. Podía exigirle a Nadal. Como podía haberlo hecho el siete, Dominic Thiem, en cuartos. Pero el austriaco se llevó un 6-0 y 6-2. Y el búlgaro aguantó un poco más pero acabó fundiéndose en el Monte Carlo Country Club frente al calor que desprende Nadal en tierra. Encadena victorias en 34 sets seguidos sobre arcilla, superando su mejor marca personal que acabó en las semifinales de Montecarlo 2011.

Arrancó Nadal como un toro, con un 3-0. Y sólo una pequeña desconexión permitió que Dimitrov lograra un contrabreak. Pero cerró el set con otra rotura y un punto demoledor, con su sello de hierro que acaba agotando rivales.

El búlgaro, con quien ha protagonizado intensas batallas, no fue el mismo en el segundo parcial. Quizá rendido de antemano, se fue hasta los 39 errores no forzados (por 21 de Nadal). Dos breaks y alfombra roja hacia la 12ª final en el Principado (sólo perdió contra Novak Djokovic en 2013), hacia el 11º título en la Pista Raniero III, que haría 54º sobre tierra y el 31º en Masters 1.000, lo que le permitiría desempatar con Novak Djokovic en la cima. Insaciable.