Toni Nadal: "Wawrinka lleva tres de tres, nosotros nueve de nueve"
Doce años después de venir por primera vez con su sobrino Rafa a Roland Garros, Toni Nadal dice adiós al torneo parisino.
El penúltimo entrenamiento ha sido fuerte...
Hicimos lo de siempre. Rafa es un chico que está acostumbrado a entrenarse duro y no cambiamos mucho. Como el partido ante Thiem no fue excesivamente largo ni difícil, no hizo falta reducir la intensidad.
¿Qué sensaciones tiene todo el equipo sobre la final?
Buenas, aunque sabemos que el rival es peligroso porque no ha perdido nunca una final de un Grand Slam y juega bien los partidos difíciles. Las sensaciones en cuanto al juego son muy buenas, pero Wawrinka las tendrá también. Viene con fuerza y moral.
¿Son las mismas después de estar dos años sin jugar la final en París?
Yo creo que sí. Es cierto que nos haría ilusión ganar porque hace tres años que Rafael no gana un Grand Slam.
¿Afecta ese tres de tres del suizo en la finales?
Eso pesa, pero nosotros tenemos nueve de nueve aquí, que es un poco más.
¿Y el 15-3 a favor de Nadal en los duelos particulares?
Eso no, porque nosotros llegábamos con un 14-0 contra él en Australia y perdimos. Al final no es tan importante. No hay tanta diferencia y no hay que irse tan atrás pensando en ese resultado. Wawrinka es un jugador diferente del de aquellos primeros años.
¿Estos partidos se preparan de manera especial?
Yo no lo preparo de esa forma. Cuando iba al colegio había evaluación continua y aquí es lo mismo. A veces queremos hacer raíces cuadradas en una pista de tenis y no da para tanto. Aquí hay que pegarle bien de derechas, de revés y saber qué golpes le pueden hacer más daño a tu rival. Se practica en función de esto.
Wawrinka no es el mejor cliente para una final...
Cuando nos tocó Benoit Paire en la primera ronda tampoco nos pareció buen cliente, igual que Thiem en las semifinales. Alguno te tiene que caer. Hace años Rafael me decía, ‘esta final es difícil’, y yo le contestaba, ‘no esperarás que te toque un amigo de Mallorca en la final’. Murray tampoco nos hubiera parecido apetecible.
¿Pesa el hecho de que pueda ser el décimo título en París?
A mí, no. Nunca pensé en eso los otros años que vine aquí. El primer año ganamos y al siguiente llegamos con más tranquilidad. Pero la única realidad es que de nueve a diez hay un 11% de cambio. De uno a dos, un 50%, y de dos a tres, un 33%. Esta vez es la que cambia menos ganar. Lo importante es llevarse para casa un Roland Garros, un Grand Slam. Después, claro que quedará muy bonito haber ganado diez si se consigue, pero el nueve también ha lucido muy bien todos estos años.
¿Cómo está viviendo usted su último Roland Garros como entrenador de Rafa?
No está siendo nada especial, en todo caso lo será el año que viene cuando lo esté viendo desde mi casa. En estos momentos no pienso en si va a ser la última vez que vaya a pisar la pista central en París. No me lo planteo. Yo vengo a ver jugar a mi sobrino, a ver si lo hace bien. Cuando le vea por la tele estaré igual de contento.
¿Cómo ve a su pupilo física y mentalmente?
Está muy bien de forma. No ha perdido ningún set y eso es demostrativo. Está pegándole muy bien a la pelota. Su mejor momento del año en tierra batida ha llegado aquí. Juega mejor de lo que lo hizo en Montecarlo, Barcelona, Madrid y Roma. Ahora, el rival está en muy buen estado también.
¿Cómo se le puede hacer daño a Wawrinka?
La clave es que él no pueda hacer su juego, tiene mucha potencia en cada golpe y hay que intentar que lo haga en posiciones incómodas. Así seguirá atacando, pero con menos probabilidades de éxito.
¿Le sigue recordando la actuación de Rafa a la de 2008?
A la pregunta sobre si este era el mejor Rafa Nadal de la historia, dije que para mí lo fue en 2008. Aquella vez no perdió ningún set y los resultados fueron parecidos. Por eso me remití ese año y a la historia.