Wimbledon
Roger Federer, ante Raonic, en su novena semifinal
Conquistó en cuatros sets la victoria número 14 en 16 duelos ante Stan Wawrinka, compatriota y amigo personal del suizo
Roger Federer pisa por novena vez en su carrera las semifinales de Wimbledon al conseguir la victoria número 14 en 16 duelos sobre Stan Wawrinka, Stan The Man, compatriota suizo y buen amigo de Roger: fue 3-6, 7-6 (5), 6-4, 6-4, después de dos horas y 34 minutos de combate entre la calina de la Centre Court. Con pulso y aceleración en sus disparos planos de derecha y revés, Wawrinka agarró con solvencia el primer set pero después perdió paso, quizá limitado por unos problemas estomacales que le hicieron pedir asistencia al 'trainer'. En su semifinal del viernes, Federer deberá ponerse ante la artillería pesada del servicio de Milos Raonic, que en la Pista 1 despachó en dos horas y 24 minutos a Nick Kyrgios, el inopinado verdugo de Rafa Nadal: 6-7 (4), 6-2, 6-4 y 7-6 (4) para Raonic, quien cerró el partido y el desmantelamiento de Kyrgios con su saque directo número 39.
Raonic sacó a una punta de 215 km/h pero, más importante, quebró en cuatro oportunidades (4/9) el servicio de Kyrgios (15 'aces'), que tan demoledor resultó para Nadal. El shotmaking de Raonic, su variedad de tiros, resultó inaccesible para el explosivo rapero australiano. En una racha entre segundo y tercer sets, Raonic ganó cuatro de cinco juegos bajo el saque del australiano. La brutal ventaja de Raonic en tiros ganadores resultó mortal para Kyrgios: 73-34. "Ante Federer tendré que saber cuidar de mísmo y como mejor cuido de mí mismo es... con mi saque", anticipa Raonic, primer canadiese semifinalista en el cuadro masculino de Wimbledon desde 1923. Ivan Ljubicic, consejero técnico de Raonic, sostiene que Milos es capaz de sacar con frecuencia en los entrenamientos a velocidades entre 250 y 260 km/h.
Antes del Raonic-Kyrgios, en la Centre Court, un fatigado Federer sólo pudo solucionar el partido al quinto 'match point', justo en el momento en que Roger ofrecía visibles sensaciones de irse agotando por minutos. Los 24 errores no forzados de Wawrinka (los más graves, en momentos cruciales) desataron un incendio en el autocontrol del poco móvil 'Stan The Man'. Wawrinka dominó el número de tiros ganadores (51-46, con 9-10 para Roger en saques directos)... pero Federer se supo cuidar algo más y sólo cometió 14 errores no forzados, diez menos que Wawrinka. Era un partido al que ambos jugadores llegaban con máximo conocimiento del juego del rival.
Todavía resoplando, el feliz Federer lo analizó así en los micrófonos de la BBC: "He disfrutado, aunque hemos tenido mucha tensión por los acontecimientos del día. Ha sido un 'shock' la derrota del campeón, Murray. Es algo siempre pone más presión. En los dos primeros sets, Stan ha jugado a lo grande. Después ha bajado, no sé si por acondicionamiento físico, 'fitness', o por otros problemas. Para mí, jugar bien en Wimbledon es siempre uno de los puntos culminantes ('highlights') de la temporada. La Centre Court de Wimbledon es la pista en la que más disfruto de mí mismo, del ambiente y del público". El viernes, Roger deberá corroborar esas palabras: ante el howitzer o cañón de asalto que maneja y mece la mano de Raonic.