Tenis | Abierto de Australia
Rafa Nadal llega ante su prueba de fuego: Murray
De tres duelos de Grand Slam, el español ganó dos a Andy
Al margen de lo que ocurra entre Federer y Davydenko por la otra parte del cuadro, el Nadal-Murray de hoy en el Rod Laver Arena tiene pinta de final anticipada, con inicio a las 09:30 horas de España, según el horario oficial del Abierto australiano. De nueve enfrentamientos cara a cara con Andy, Nadal ha ganado siete. En juego, una plaza para semifinales. Pero, cuando se van exprimiendo los datos, se adivinan cosas entre líneas.
"Rafa debe jugar con agresividad e intensidad, imponiendo su juego". Eso demanda Toni Nadal a su sobrino. "Me encanta la energía que desprende Rafa en la pista. Siempre se disfruta observándole", apunta Murray, que ha compartido muchas horas de entrenamiento con el mismo Rafa Nadal, en Barcelona. "No creo que Andy tenga que demostrar nada a nadie, a estas alturas", indica Rafael Nadal Parera.
Quizá sea Nadal, en efecto, el llamado a imponer su juego. De nueve duelos que Rafa y Andy han librado, tres fueron en Grand Slam. Nadal ganó dos, Australia 2007 (cinco sets) y Wimbledon 2008... pero cayó en el US Open 2008. En Melbourne, en 2007, Nadal sobrevivió a una durísima prueba que llegó al quinto set, pero que le dejó tan tundido y magullado como para que Fernando González le eliminara en la siguiente ronda.
En 2008, cuartos de final de Wimbledon, Nadal jugó un partido sensacional en la Centre Court del All England, un show que le lanzó hacia el título. Murray, que se había batido el cobre ante Gasquet en octavos, no fue rival para Rafa.
Servicio.
Y el día del US Open, en semifinales, septiembre de 2008, al regreso de los Juegos de Pekín, "Rafa no estuvo lo bastante activado", según admitió su tío Toni. Murray coleccionó hasta 20 bolas de break, para imponerse en cuatro sets. "Nadal no tiene un servicio muy potente", insinúa el mismo Murray.
Es 2010 y ambos se vuelven a ver en un Grand Slam. Murray aún no ha cedido un set en 2010, en Melbourne, pero ha caminado ante rivales bien poco peligrosos. Corretja sabe lo que tiene que decir a Andy. Pero Àlex y Andy tienen un problema: enfrente juega Nadal.