Nadal sufre, pero llega a octavos ante Ivo Karlovic

Los focos del Rod Laver Arena iluminaron un combate tenso, una importante victoria de Nadal y un puñado de dudas. Nadal puede ir contento con el sudado triunfo ante Kohlschreiber, que le pone en octavos y en la mira de Karlovic, la catapulta humana. Pero hasta ahí

Kohlschreiber anduvo más cerca de batir a Nadal de lo que dice el resultado. A principios del cuarto set, el alemán llevaba más puntos ganados que el mismo Nadal. Rafa había tomado los dos primeros sets pese a que Kohlschreiber tuvo nueve puntos de break sobre el servicio de Nadal en esas dos mangas iniciales (7+2). La ficha final delata cómo Nadal tuvo que salvar 15 puntos de ruptura con su saque: tres más que Kohlschreiber.

En los dos sets de arranque, Nadal no acertó ni con el 60% de primeros servicios. Y Kohlschreiber le ametrallaba el segundo saque, que flotaba a 141 km/h de media. En esas condiciones, que Nadal gobernara por 6-4 y 6-2 esos dos primeros sets se intuye cosa de brujas aborígenes. Pero Rafa castigó el revés a una mano del alemán y halló la vía de agua para la escapada buena.

En el tercero, Kohlschreiber atacó, pegó y subió: 3-0. Con 4-2, Nadal tuvo 0-40 para recuperar. No lo hizo y fue al cuarto set: riña de titanes sólo que el rival era el cabeza de serie número 27, no Federer, Djokovic o Del Potro. Con 4-3 y servicio, Nadal se dejó llegar el agua al pecho: 4-5. Dudas. Nadal se amuralló. 5-5. Kohlschreiber vaciló en dos puntos con su servicio, se puso nervioso y Rafa evitó el drama del quinto set: 7-5. Tres horas y media. Ahora, Karlovic con la coz de mula en el saque, pero sin mucho más. Después, ¿Murray? Pero ya no valen dudas.