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Tenis | Roland Garros

Nadal ya sólo mira a Borg

Destrozó a Federer y suma su cuarto Roland Garros consecutivo

<b>DUEÑO DE PARÍS. </b>Nadal demostró que sigue siendo el mejor del mundo sobre la tierra batida.

"Craack". Es un sonido pesado, áspero como el de una compuerta que cruje o un hueso que se fractura. Es el eco que retumba en el cerebro aturdido de Roger Federer, en su viaje de hoy a la hierba germana de Halle. "Craack" es el sonido o el lamento que despiden las raquetas de Nadal cuando entran en contacto con la bola. No hay otro sonido igual en la ATP. Puedes cerrar los ojos, y si es Nadal el que pelotea, reconocerás el crujido pesado, el sonido del silencio para el violín de Federer

Por lo que pasó ayer en París, ya está claro que para que Rafael Nadal no gane Roland Garros hasta 2016, más o menos, habrá que echarle un año de éstos en aceite hirviendo, colgarle de los pulgares, o raptarle a bordo de uno de los aviones Alfa Jet de la Patrulla de Francia que sobrevolaron el Bosque de Bolonia. En la tierra ocre de Roland Garros, la disciplina de acero, el deseo blindado, las piernas de purasangre y el restallante y renovado arsenal de golpes, "craack", "craack", convierten a Nadal en un monstruo impenetrable. Y hacen del delicado Federer un aventurero o vagabundo perdido y azotado en el rojo desierto de arena, entre sonoros latigazos.

En la Ciudad de la Luz, aunque no del sol, los plomos se le fundieron desde el primer juego al que algunos juzgan como el mejor tenista de todos los tiempos. Nadal empezó al galope, quebró el servicio de Federer. Le humilló en el primer set, 6-1, de paso para un 8-1 y acalló grititos de "Allez, Roger". En el tercer juego del segundo set, Federer ganó por primera y única vez el servicio de Nadal, dando paso a la única secuencia que cabe definir como partido: hasta el 3-3. Ahí, en bola de break para el suizo, Federer, sin saber ya qué cuerda tocar o a qué truco atenerse, no pudo levantar con el revés una dejada lejana de Nadal, que aguantó el saque (4-3) y, con viento a favor, rompió de vuelta: 5-3. Juego, set, partido: 17 bolas de break para Nadal, que cosió a passings el saque de Federer. El sexto juego del segundo set fue el último que Federer ganó en Roland Garros 2008. ¿Habíamos llamado a Nadal "impenetrable" o "invencible? Diremos "destructor" o "demoledor". En sólo hora y 48 minutos.

Paliza histórica.

Federer se lleva una paliza histórica para un número uno en una final de Grand Slam. Desde 1977, Gottfried ante Vilas, ningún perdedor se iba de una final de Roland Garros con menos juegos ganados. Desde 1980, con la firma de Björn Rune Borg, ningún ganador alzaba la Copa de los Mosqueteros sin perder un set: hasta Nadal, ahora. El Nadal del 28-0 en Roland Garros. Este Nadal, que va 28-0 en los Internacionales de Francia, donde ha ganado 84 sets de 91 entre 2005 y 08. En las cuatro coronas consecutivas de Borg entre 1978 y 81, el sueco sólo cedió cinco sets de 89. Ganó 84, claro. A Nadal sólo le queda un rival en las pistas rojas del Bosque de Bolonia: Borg y su pedestal supremo de seis títulos, no precisamente este Federer lapidado en la Chatrier.

El variopinto mundo de la Chatrier ha dado a luz un ser impenetrable que ha excavado su cubil en este santuario de la tierra batida. "Federer vuelve a tentar al diablo", titulaba ayer mismo L' Équipe. Incrédulos en sus palcos, Borg y McEnroe meneaban las canosas cabelleras. Borg entregó la Copa de los Mosqueteros a Nadal, y casi le da un beso: a la Copa y al amo de la tierra. 'Sorry Roger', 'Lo siento, Roger', fue lo primero que dijo Nadal a Federer. ¿Fue por esta paliza de Roland Garros, o porque Wimbledon ya asoma al otro lado del Canal de la Mancha? "Craack"